Desde hace un par de años Spotify, el popular servicio de música online, ha estado investigando cómo hacerse con un hueco en uno de los lugares en los que más música se escucha: en el coche. Según sus cálculos sólo en Estados Unidos se oyen unos 70.000 millones de horas de audio al volante cada año. Y esto también incluye el terreno de los podcasts, un formato temático y en cierto modo radiofónico que sigue creciendo en popularidad, como YouTube hizo en el campo del vídeo.
Spotify tradicionalmente funciona como una app, y con el paso del tiempo se ha vuelto ubícuo, pudiendo funcionar tanto en el teléfono inteligente como en el ordenador, las tablets pero también en el televisor, las consolas de videojuegos o los altavoces inteligentes del hogar. Recientemente se añadieron opciones para smartwatches (relojes inteligentes), Android Car y CarPlay>, donde grandes actores como Google o Apple también tienen intereses en cuanto a los catálogos musicales y contenidos.
El hecho de que casi cualquier dispositivo Bluetooth pueda emparejarse con el sistema de audio del automóvil hace que esta sea una de las opciones más habituales para escuchar Spotify en el coche. Pero hay mejores opciones, como integrarse en los sistemas operativos de los sistemas de entretenimiento de a bordo (ya sean Android, CarPlay u otros) o incluso como una solución hardware específica: un gadget a medida.
Todo ha hecho que Spotify tuviera que anunciar públicamente que efectivamente está trabajando en todas estas áreas, y que incluso pidió una licencia a la FCC (la Comisión Federal de Comunicaciones estadounidense) porque lo requerían algunos de los gadgets que salían de sus laboratorios. Incluso se especuló hace tiempo con que podría poner a la venta un pequeño “altavoz Spotify” como solución propia, pero en realidad no hay nada de eso.
El hecho cierto es que Spotify no ha decidido si aterrizará en el campo del hardware ni cómo lo haría, pero aun así quiere estar allí donde la gente escucha música y podcasts. Por eso ha llamado a su proyecto Car Thing (“Cosa para el Coche“), pero asegura que no es un producto que se vaya a vender, sino simplemente un dispositivo para investigar cómo la gente usa los dispositivos de audio mientras conduce: qué escuchan, cómo cambian de emisoras o canciones, qué hacen con los podcasts, cuánto se desvía su atención, etcétera. Esto mismo podría llevar a pruebas similares en el hogar o con otros asistentes, por lo que ya adelantan pruebas acerca de una Home Thing o una Voice Thing para el hogar o los asistentes de voz, simplemente. En las pruebas específicas para coches trabajan especialmente para que el “modo coche” sea siempre seguro y que se pueda interactuar sin distraer a quienes conducen y sin que requiera manipulaciones complejas.
Un terreno especialmente jugoso puede ser el de los podcasts: la gente puede seleccionar estos pequeños “programas de radio temáticos” para escucharlos cuando quiera, donde quiera, generalmente con la facilidad de descargarlos y no necesitar de una conexión online para oírlos durante horas. Tienen un estilo más “de nicho” que el de muchos programas de radio (que también están disponibles en formato podcast). Spotify ya ha invertido 500 millones de dólares en la adquisición de empresas dedicadas a los podcasts, un terreno donde también se compite por atraer a los oyentes por miles, y donde están ya presentes Apple, Sony y Luminary, entre otros grandes grupos.