Si hablamos de coches conectados, las comunicaciones de datos jugarán un papel crítico a la hora de hacerlos viables. Pasa lo mismo en el caso del futuro coche con asistencia al conductor, ya que este tipo de vehículo debe reaccionar al entorno y disponer de la máxima cantidad de información posible para que los algoritmos que determinan su dinámica tomen las decisiones adecuadas.
Para lograr el objetivo de conseguir esas funcionalidades, sin el requisito de la presencia humana para circular, y para mejorar las prestaciones de los coches conectados, las infraestructuras deberán comunicarse con los vehículos, estos con ellas y otros vehículos. También tendrán que descargar mapas ultradetallados en tiempo real para reconocer las áreas por las que circula. ¿Cómo se puede garantizar un flujo de datos capaz de satisfacer esa demanda de información? Entra en juego la nueva generación de comunicaciones móviles, el 5G.
La nueva generación de comunicaciones móviles se llama 5G porque llega justo tras la tecnología 4G. En realidad, no es una nueva versión: poco tiene que ver con la tecnología que hay detrás de 4G. Se caracteriza por unas altas velocidades de transmisión (de entre 1 Gbps y 10 Gbps), latencia muy reducida (entre 1 ms y 5 ms), un consumo energético mínimo muy optimizado, y opciones de seguridad y privacidad que mejoran con mucho las de las generaciones anteriores.
Se especificó que la banda de frecuencias asignada al 5G será, en la práctica, desde los 600 MHz a los 50 GHz, aunque en teoría se podría llegar hasta los 300 GHz. Esto hará que sean necesarias nuevas tecnologías para la infraestructura de comunicaciones. La razón: las ondas milimétricas encuentran demasiados obstáculos en su camino, por ejemplo, tabiques y paredes, árboles y otras muchas barreras.
Para lidiar con ello, las antenas de 5G serán más pequeñas y muy poco potentes, estarán más cerca del suelo y serán muchas más que las de 4G (que son más potentes y grandes, y suelen estar encima de los edificios).
5G es la tecnología que hará posible la IoT masiva y las comunicaciones V2X
Las comunicaciones V2X son la piedra angular del coche conectado y automatizado. Las tecnologías V2X son una familia de ellas, en realidad, formada por V2V (vehículo a vehículo), V2I (vehículo a infraestructura), y también los ITS (Intelligent Transport Systems), los sistemas de transporte inteligentes.
Por este motivo, Volvo Cars y el principal proveedor de telecomunicaciones chino, China Unicom, acordaron trabajar conjuntamente en el uso del 5G para facilitar la comunicación entre vehículos e infraestructuras en el territorio chino.
Ambas empresas han acordado colaborar en la investigación, desarrollo y prueba de aplicaciones automovilísticas que utilicen las redes 5G o V2X. Además, están trabajando en varias aplicaciones con el fin de identificar posibles mejoras en áreas tales como la seguridad, la sostenibilidad, la comodidad del cliente y la conducción autónoma.
En palabras de Henrik Green, director de tecnología de Volvo Cars:
Volvo fue uno de los primeros fabricantes en comprender el potencial de conectar nuestros vehículos para desarrollar nuevas características y servicios, como la opción de detectar firmes deslizantes y compartir su ubicación. La tecnología 5G está mejorando el rendimiento de la red y esto permitirá desarrollar muchos más servicios que ayuden al conductor, en tiempo real, a viajar más seguro y a disfrutar de una conducción suave y agradable. Nuestro deseo es colaborar con China Unicom en el desarrollo de estos servicios en el mercado chino.
Este 2020 es el año en el que, se espera, las redes 5G se desplieguen ya de manera comercial y progresiva por todo el mundo.