Un trabajo de investigadores del M.I.T., Lehigh, la academia militar de West Point y el Complexity Hub de Viena han publicado un curioso trabajo acerca de cómo se podrían utilizar los sensores de movimiento que equipan los teléfonos móviles para monitorizar las dinámicas de los puentes y, en especial, la seguridad de su estructura. Es algo que tradicionalmente se hace mediante inspecciones visuales, en persona o con sensores especializados que el equipo de mantenimiento instala en puntos clave de las estructuras. Sin embargo, esta alternativa resulta ser bastante precisa para lo barata que resulta, porque básicamente no consiste en nada más que instalar una app en unos cuantos smartphones y darse unas vueltas en coche por ahí.
Sensores a mano: teléfonos móviles
Como es sabido, los teléfonos inteligentes cuentan con muchos sensores especializados y poco conocidos. De hecho, más del 50% de estos teléfonos cuentan ya con giróscopos electrónicos para detectar sus movimientos físicos en los ejes X, Y y Z, así como acelerómetros, GPS, barómetro y brújula. Todos recogen muchísimos datos que se pueden analizar para aplicarlos a videojuegos, reconocimiento de gestos, para medir los pasos al caminar con gran precisión y cuestiones por el estilo.
Con una aplicación recopilando datos sobre los puentes de forma colectiva, al estilo crowdsourcing (datos masivos proporcionados desde los coches y personas que circulan sobre ellos) se pueden detectar otras señales importantes, por ejemplo, las vibraciones y otros movimientos. Y esto hace que el hecho de contar con esos datos recopilados por una flota de vehículos o voluntarios pueda ser más que suficiente para detectar «cosas interesantes».
Una idea a prueba: teléfonos móviles en circulación sobre los puentes
Durante las pruebas en escenarios reales circularon con decenas de vehículos Uber por el Golden Gate (un puente colgante largo) y por el Ciampino de Italia (más corto y sobre pilares de cemento reforzado), para simular la variedad de vehículos típica de la zona. Tras el análisis comprobaron que con tan solo dos teléfonos móviles en movimiento se podían obtener datos similares a los que se obtienen con 240 sensores fijos convencionales. Eso sí: recopilación básica de datos hay que realizarla durante varios meses, para establecer una «línea base» comparativa.
A partir de todos esos datos se puede mejorar la seguridad de los puentes de varias formas. Una de ellas es saber dónde comienzan a aparecer defectos o pequeñas grietas en la estructura con celeridad. Esto permite hacer un mantenimiento más ágil y evitar mayores daños. Al mismo tiempo aumenta la vida media de las estructuras viales; según han calculado podría añadir hasta 10 ó 15 años a algunos puentes modernos que actualmente fallan antes por un mantenimiento incorrecto.
Desde luego es una iniciativa de ciencia de datos diferente e interesante, que recuerda un poco a aquellas que había para detectar maremotos y terremotos a partir de datos procedentes de los cables del fondo marino. Si progresa con buen tino no sería raro que las empresas encargadas del mantenimiento de esos puentes acaben encantadas con la nueva información para ahorrar tiempo, dinero y conseguir que sus estructuras sean mucho más seguras.
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Fotos (CC) Lock Stackpoole, Colin Watts @ Unsplash.