TomTom fue uno de los primeros «compañeros de viaje» para muchos conductores, con su capacidad para planificar rutas, dar instrucciones de viva voz y guiar la conducción. Ahora la compañía ha anunciado que las próximas versiones de su plataforma estarán definidas como un «asistente de conducción conversacional, completamente integrado, basado en inteligencia artificial», gracias a un acuerdo tecnológico con OpenAI (creadores de ChatGPT) y Microsoft.
La potencia de ChatGPT al servicio del usuario
La estrategia de TomTom pasa por integrar la tecnología de OpenAI que hay detrás de ChatGPT (los LLM o «grandes modelos de lenguaje») en el Digital Cockpit que concentra los productos de la compañía. Este panel digital combina en el vehículo la información de navegación y rutas con la de entretenimiento, de forma modular. Los fabricantes de automóviles pueden personalizarlo y adaptarlo a sus necesidades, o –al estar basado en Android– simplemente usar sus funciones desde sistemas propios.
ChatGPT puede integrarse en este Digital Cockpit de diversas formas, ofreciendo principalmente su gran capacidad conversacional. Puede hacer de chatbot y recibir e interpretar las preguntas y peticiones, evaluarlas de diversas formas y luego proporcionar las respuestas de un modo diferente y más versátil.
A pesar de ser sólo un modelo LLM y no una «entidad inteligente», ChatGPT se comporta de forma eficiente en este tipo de tareas, aunque no sea superhumano. En cierto modo, es como un «chatbot listo» que ahora tiene más capacidad todavía.
Una forma de apreciar los avances que están logrando –hasta que la versión definitiva llegue a los vehículos– es el plugin o módulo opcional de TomTom para ChatGPT que la compañía ha hecho circular en los últimos meses. OpenAI abrió el acceso a estos módulos en versión beta y muchos desarrolladores corrieron a mostrar sus prototipos. Para probarlo en el ordenador sólo hay que ir a los ajustes de ChatGPT, seleccionar Plugins en el menú del modelo, entrar en la Plugin Store de OpenAI, buscar «TomTom» e instalarlo.
Con el plugin de TomTom instalado las consultas acerca de trayectos, mapas, rutas, servicios en carretera y similares pasarán a incluir información adaptada y más adecuada a lo que se busca. Por ejemplo, se puede planificar un fin de semana de vacaciones con una ruta en coche que pase por puntos de recarga; localizar la estación de servicio más cercana y la forma óptima de llegar a ella o organizar un itinerario para visitar varias casas de alquiler.
Lo interesante es que las respuestas son más humanas, en un lenguaje más conversacional y fácil de entender. Es una aplicación de la tecnología que va más allá de la geolocalización o la IA pura. Los fabricantes podrán, además, incluir información específica de sus vehículos, tal como manuales técnicos, de modo que el TomTom sea más capaz todavía.
OpenAI + Microsoft, una buena combinación
El trabajo tecnológico de TomTom va más allá de OpenAI. Para que todo esto funcione a gran escala se necesitan servicios adaptados a esas capacidades. Aquí entra en juego el acuerdo que la compañía tiene con Microsoft para utilizar sus servicios Azure Cosmos DB (base de datos para IA) y Azure Cognitive Services (herramientas, interfaces y modelos de IA personalizables). Se puede pensar en ello como que OpenAI pone el cerebro con los algoritmos de ChatGPT y Microsoft el músculo con las gigantescas bases de datos y modelos que lo hacen funcionar.
El equipo técnico de TomTom dice estar entusiasmado con los usos de esta tecnología. Afirman que desde el punto de vista de interacción con los usuarios/conductores la experiencia va mucho más allá de lo que conocen hasta ahora. Hay quien ha dicho de ella que es «como poder hablar con KITT, el Coche Fantástico» y por los ejemplos que han hecho circular ciertamente puede que sea así. Queda por ver si en la versión definitiva las cosas son tan prácticas y útiles como sobre el papel y que todo funciona adecuadamente. Interactuar con «coches más listos» ciertamente es algo que en principio le gustaría a todo el mundo.