El último compromiso que ha sellado Volvo Cars en favor de un futuro más sostenible ha sido inscribirse en el Grupo de Trabajo sobre Divulgaciones Financieras Relacionadas con la Naturaleza (TNFD).
Explicaremos qué supone exactamente esta iniciativa, no sin antes recordar que cada paso que da la marca sueca en el camino de la sostenibilidad no es fruto de la improvisación, sino que se enmarca en una estrategia que tiene metas claras. Y que evoluciona con el tiempo, siempre hacia grados de compromiso mayores.
La estrategia de sostenibilidad de Volvo Cars
A principios de este año 2024, ya comentamos la estrategia de sostenibilidad de Volvo Cars, con nuevos objetivos para el año 2030 y el año 2040. En un mundo que cambia día a día, es imprescindible que las actitudes de las empresas ante el cambio climático también evolucionen. Y más cuando se trata de un problema grave que requiere respuestas urgentes.
Así, uno de los últimos objetivos que ha autoimpuesto la marca para el año 2030 es reducir las emisiones de CO₂ por vehículo en un 75%, tomando como referencia las cifras obtenidas en 2018. No es el único. Recordemos además que ya hace tiempo se estableció otro propósito para ese año: todo el catálogo de la marca será 100% eléctrico.
Para el año 2040 se ha fijado el objetivo de alcanzar cero emisiones netas de gases de efecto invernadero. Respecto a propósitos anteriores, lo que cambia es que la prioridad es reducir las emisiones reales, recurriendo a compensar con la absorción de carbono solo en casos inevitables.
Por el camino se van alcanzando hitos más concretos:
- El Volvo EX30, vehículo 100% eléctrico, ha demostrado, lo respalda el informe de evaluación del ciclo de vida (LCA), que es el Volvo con menor huella de carbono de los fabricados hasta ahora.
- Volvo Cars ha puesto en marcha el fondo filantrópico Volvo For Life Fund para apoyar proyectos sociales y medioambientales.
- A principios de este año 2024 Volvo Cars fabricó su último vehículo diésel.
¿Qué implica participar en la iniciativa TNFD?
Uno de los objetivos de la mencionada estrategia de sostenibilidad de Volvo Cars es reducir el impacto en la naturaleza que tiene su actividad. Y, paralelamente, equilibrar el impacto negativo, ayudando a restaurar y regenerar la naturaleza. En las últimas revisiones de la estrategia, el enfoque en la biodiversidad se sumó a las tres áreas clave ya definidas: acción climática, circularidad y negocio responsable.
Es clave también fomentar la transparencia de los progresos realizados, y en ese afán se enmarca la decisión de ser el primer fabricante de automóviles global en registrarse como TNFD.
TNFD responde a las siglas en inglés de Taskforce on Nature-related Financial Disclosures. Una iniciativa que proporciona a las empresas integrantes una forma de evaluar e informar sobre sus impactos en la naturaleza. Una vez definido y divulgado el impacto en la biodiversidad, el siguiente paso es definir las estrategias para minimizar la huella medioambiental de todos los eslabones de la cadena de valor de la marca.
Como explica Vanessa Butani, directora de sostenibilidad global de Volvo Cars: “Al utilizar el conjunto de recomendaciones y directrices de TNFD, podemos integrar las dependencias, los impactos, los riesgos y las oportunidades relacionados con la naturaleza en nuestra toma de decisiones”.