Antes de que un nuevo modelo de coche pueda circular por la carretera, el vehículo debe cumplir determinados requisitos legales de seguridad. Un método para comprobar si un modelo cumple con ellos son los crash test o pruebas de choque.
Los crash test, que ahora realizan habitualmente todos los fabricantes, son una prueba que se lleva a cabo chocando contra una pared o un pilar fijo para determinar la seguridad del vehículo en caso de choque. Así se comprueba la resistencia del vehículo y la seguridad de los ocupantes en caso de colisión. Especialmente Volvo tiene un alto nivel de concienciación sobre la seguridad y lleva mucho tiempo mejorando la seguridad de sus coches mediante pruebas de colisión.
Cada fabricante se esfuerza por garantizar la seguridad de los pasajeros haciendo que el espacio para ellos sea lo más resistente posible y diseñando el compartimiento del motor y el capó para que se rompan de la manera que amortigüe mejor el impacto en caso de colisión. Para ello, en los vehículos de pruebas de choque se colocan maniquíes para analizar la corpulencia de estos últimos ante diferentes tipos de impactos.
Diferentes organizaciones especializadas realizan pruebas de choque para probar el comportamiento de vehículos en condiciones semirreales y asignarles un sistema de calificación que permite juzgar las prestaciones de seguridad y protección de un vehículo ante impactos y colisiones.
En Europa, la organización internacional independiente Euro NCAP (creada en 1997 y con sede en Bruselas) lleva muchos años realizando pruebas de choque en modelos de diferentes fabricantes para evaluar su nivel de resistencia al impacto. Este organismo califica el nivel de seguridad de un vehículo mediante estrellas del 0 al 5. Cuanto mayor sea el número de estrellas, mayor será el rendimiento del vehículo en términos de seguridad y protección. Así, cada vehículo se prueba según los cuatro criterios siguientes: protección de adultos, protección infantil, protección de peatones y ayudas de seguridad.
Tipos de crash test o pruebas de choque
Para exponer al vehículo a diferentes situaciones, no existe un solo tipo de prueba de seguridad en caso de colisión, sino varios. Generalmente se basan en los accidentes más frecuentes.
- Prueba de colisión frontal: prueba en la que un coche choca frontalmente contra hormigón a una velocidad de 50 km/h.
- Ensayo de colisión frontal compensada: test en el que se golpea el 40% de todo el ancho de la carrocería del vehículo.
- Ensayo de colisión frontal con envoltura total: ensayo en el que se golpea todo el ancho de la carrocería del vehículo.
- Prueba de colisión lateral: prueba en la que un obstáculo en movimiento golpea el costado del vehículo.
- Prueba de colisión con superposición pequeña: prueba en la que el 25 % del ancho de la carrocería del vehículo choca con un obstáculo de 1,5 m de altura a una velocidad de 64 km/h.
De todas estas pruebas, la de colisión frontal compensada confirma la seguridad de los ocupantes debido a una colisión frontal, y la de colisión frontal completa constata si los cinturones de seguridad y los airbags reducen el impacto sobre los ocupantes.
Actualmente, los crash test se efectúan con muñecos que representan el cuerpo masculino. Esto tiene la consecuencia de que las mujeres corren un mayor riesgo de sufrir lesiones en los accidentes que los hombres porque las pruebas de choque no se realizan teniendo en cuenta otros cuerpos. Es más, la ley ni siquiera obliga a ello. EVA es el nombre de la primera muñeca de prueba de accidentes automovilísticos del mundo, y también el de la campaña emprendida por Volvo para concienciar sobre la mayor vulnerabilidad de mujeres, adolescentes y niños, según los datos de accidentes recopilados por la compañía desde 1970: todos deberían estar representados por igual en las pruebas.