Con cada nueva generación de coches, los sistemas de seguridad activa evolucionan y mejoran considerablemente. En especial, nos referimos a los sistemas anticolisiones, los que vigilan por nosotros el entorno del vehículo y nos ayudan a tomar decisiones o, como es el caso de la más reciente tecnología, evitan los posibles conflictos sin intervención humana. Vamos a hacer un breve repaso a todos los sistemas de detección que lleva un coche para evitar una colisión.
Los sistemas que evitan colisiones pueden hacerlo mediante avisos al conductor, quien tratará de evitar el potencial peligro con que se encontrará. Esto es perfecto cuando los conductores se encuentran atentos al 100% en la carretera y en la conducción, pero por desgracia es algo que no es demasiado frecuente en trayectos largos por vías tan seguras como las autovías o autopistas. La seguridad de estas infraestructuras es tal que la conducción se vuelve monótona, y el conductor más experimentado puede notar en algún momento cómo su concentración disminuye.
Los sistemas que te rescatan de un despiste
Un pequeño despiste puede hacer que cambies de carril sin darte cuenta, o que inicies una maniobra de adelantamiento justo cuando otro vehículo está en los puntos ciegos de tus retrovisores. Los dos casos pueden llevar a una colisión, o como mínimo a un susto. También es posible que el conductor reaccione de manera exagerada cuando se de cuenta de lo que va a suceder, y eso supone otro peligro potencial.
Por eso los nuevos modelos incorporan versiones cada vez más sofisticadas de los sistemas anticolisiones, como es el caso del nuevo Volvo XC60. Sistemas como BLIS (Blind Spot Information System o Sistema de información de puntos ciegos), un sistema que alerta al conductor mediante una señal luminosa o acústica de la presencia de un vehículo allá donde el conductor no puede ver, en el punto ciego de los espejos retrovisores.
Mediante la alerta, el conductor familiarizado con ella puede saber que la maniobra que intenta iniciar puede ser peligrosa y tomar cartas en el asunto. Además cuenta con funciones de ayuda a la dirección que colocan al vehículo en su carril y contribuyen a evitar accidentes.
De la misma manera actúa el avisador de cambio de carril involuntario, o atenuación de colisiones con vehículos del carril contrario, que detecta el momento en que pisamos o cruzamos una línea divisoria de carril sin darnos cuenta. Eso se sabe si dicho cambio de carril se realiza en ciertas condiciones, pero sobre todo si se hace sin utilizar primero el indicador de dirección correspondiente.
Este sistema funciona avisando al conductor y facilitando asistencia automática a la dirección y guiándolo de nuevo a su carril. Se activa a velocidades de entre 60 y 140 km/h.
Otro sistema que gana en seguridad con la llegada de este Volvo XC60 es City Safety, que incluye ahora un sistema de ayuda a la dirección que se activa cuando la aplicación automática de los frenos en una situación de emergencia no fuera suficiente para evitar la colisión. En esa tesitura, el sistema actuará sobre la dirección asistida para evitar el obstáculo y, por tanto, tratar de evitar la colisión.
Ahora, el sistema City Safety ayuda a evitar colisiones con vehículos, peatones y animales grandes, y la ayuda a la dirección se activa a velocidades de entre 50 y 100 km/h. Como vemos, todos estos sistemas que estaban disponibles originalmente en el Volvo XC90, se han heredado/mejorados en el nuevo Volvo XC60, cuya presentación ha tenido lugar en el reciente Salón de Ginebra, y contribuyen cada vez más para alcanzar el objetivo de cero víctimas en 2020.
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