La seguridad vial es una de las grandes preocupaciones de gobiernos, fabricantes de vehículos e instituciones. Cada víctima relacionada con un accidente de tráfico es importantísima, y cada vida que se pueda salvar es un tesoro. Y todos debemos trabajar para reducir cada vez más ese número de fatalidades. Se estima que cada año mueren, aproximadamente, 1,35 millones de personas en accidentes relacionados de una u otra manera con el tráfico, pero, sobre todo, existe una gran desigualdad en la seguridad vial entre las economías desarrolladas y en desarrollo.
Las causas detrás de estas desigualdades son numerosas. Por un lado, en muchos países en desarrollo no existe una cultura de seguridad vial lo suficientemente arragiada entre la población; en algunos países, ni siquiera existe una normativa efectiva relacionada con la seguridad vial (sobre el uso del cinturón de seguridad o de sillas de auto para niños, por ejemplo).
Por otro lado, las infraestructuras urbanas también necesitan ser desarrolladas y mejoradas en gran cantidad de países en vías de desarrollo. Hablamos de cuestiones como un mejor pavimento, mejores aceras, buena iluminación, señalización actualizada (tanto si hablamos de señales verticales como de semáforos o marcas viales), pasos de peatones seguros…
El trabajo a realizar en los países en vías de desarrollo es importante y debe ser considerado como una prioridad global, de manera que, progresivamente, consigamos alcanzar el objetivo deseado: reducir al mínimo las víctimas de accidentes relacionados con el tráfico, en todo el mundo.
Durante la Tercera Conferencia Mundial sobre Seguridad Vial (3rd Global Ministerial Conference on Road Safety), celebrada en Estocolmo a mediados de febrero y auspiciada por Suecia y la OMS, los delegados de más de 80 estados miembros de las Naciones Unidas discutieron la futura dirección estratégica para la Seguridad Vial Global hasta 2030, y más allá.
Desde el punto de vista de Volvo Cars, la seguridad vial mejorará a nivel global cuando los países en vías de desarrollo que presentan carencias en esta materia promuevan el uso del cinturón de seguridad mediante la introducción y aplicación de leyes de cinturón de seguridad que cubran los asientos delanteros y traseros. Cuando en estos países se realicen acciones divulgativas y de concienciación social, combinadas con una normativa clara y supervisada por las autoridades, el uso de este importante sistema de seguridad pasiva crecerá.
Con ese crecimiento llegará la reducción de víctimas, tanto si hablamos de fallecimientos como de lesiones (desde las más leves a las más graves e incapacitantes), ya que sabemos que el cinturón de seguridad es el sistema que más vidas salva en incidentes de tráfico, seguido por el airbag. Una sociedad concienciada con el uso del cinturón de seguridad es una sociedad cada vez más segura.
Por otra parte, la infraestructura vial básica que mantiene a los usuarios vulnerables de la carretera separados del tráfico motorizado debería ser otra área de enfoque clave, y una prioridad absoluta en cualquier país del mundo.
Volvo Cars está interesada en contribuir a las iniciativas mundiales de seguridad vial con su gran riqueza de conocimientos sobre seguridad, como lo ha hecho durante muchas décadas en colaboración con gobiernos, académicos y reguladores. Sin ir más lejos, el año pasado hablamos del lanzamiento de una base de datos abierta que contiene décadas de investigación relacionada con la seguridad, de libre acceso para todo el mundo.