Claves para comprar un coche eléctrico

¿Ha llegado el momento de comprarte un coche nuevo? Si es así, las opciones disponibles ya no sólo se limitan a diésel o gasolina. Hoy en día hay muchas motorizaciones entre las que elegir: gasolina, diésel, GLP, Gas natural, semi-híbrido, híbrido, híbrido enchufable y eléctrico. Quizás sea la ocasión de plantearte comprar un coche eléctrico. Pero, ¿sabes si un coche eléctrico es para ti?

En este artículo vamos a contarte porqué es recomendable un coche eléctrico, qué tienes que tener en cuenta y cuándo conviene más, cuál es su precio, cuál es el coste de recargarlo o de su mantenimiento, qué ayudas del Estado existen para comprar uno, cómo puedes recargarlo en tu casa, y otros aspectos más a considerar.

Por qué comprar un coche eléctrico

Un coche 100% eléctrico es mucho más eficiente en términos de energía que un coche con motor de combustión interna, gracias a la mayor eficiencia del motor eléctrico, que suele estar por encima del 90% o 95%: consume entre la mitad y la tercera parte de energía cada 100 km, con respecto a un coche diésel o gasolina. Además, el coche 100% eléctrico es el único que puede utilizar una fuente de energía totalmente independiente de los combustibles fósiles, olvidándose tanto del petróleo como del gas natural, y por tanto puede tener también menores emisiones contaminantes: por ejemplo, con energía eléctrica generada mediante fuentes renovables.

Además de esto, otras ventajas destacadas del coche eléctrico son su gran comodidad, confort y suavidad de marcha, al ser el motor eléctrico muy silencioso, apenas generar vibraciones y carecer por completo de rumorosidad mecánica. Además, gracias a que casi todos los coches eléctricos carecen de caja de cambios, nunca se aprecian tirones o sacudidas de cambio. Por último, gracias a la naturaleza de los motores eléctricos, que entregan el 100% del par motor casi desde 0 rpm, la respuesta y entrega de potencia del motor al pisar el acelerador se percibe casi instantánea, y muy enérgica.

Piensa en la autonomía

No todo son ventajas en el coche eléctrico. Hoy por hoy hay que tener presente que su autonomía todavía está hasta cierto punto limitada, por lo que quizás no sirvan para todo el mundo, y además no siempre es fácil encontrar una estación de recarga rápida donde recargar la batería, en mitad de un viaje, en cualquier lugar. Para que te hagas una idea, los dos modelos de coches 100% eléctricos que ya tiene a la venta Volvo, el XC40 Recharge y el C40 Recharge, tienen una autonomía en ciclo combinado de 418 y 444 km, respectivamente.

Sin embargo, esta autonomía puede variar dependiendo de las circunstancias de conducción, pero sobre todo, de la velocidad: mientras que en ciudad, donde se circula a baja velocidad y se aprovecha mucho la frenada regenerativa, puedes tener más de 420 km de autonomía, en autopista a alta velocidad, la autonomía real puede quedarse en unos 300 km. Ten también presente que en invierno, con temperaturas bajo cero, la autonomía puede ser incluso algo inferior.

Por tanto, tienes que pensar si esa autonomía te encaja en el tipo de uso y viajes que vas a realizar. Ten en cuenta también cierto margen de seguridad por exceso, que permita compensar el envejecimiento que con el paso de los años irá experimentando la batería, y por el cual verá reducida su capacidad, y por tanto su autonomía. Nuestro consejo es que el menos consideres alrededor de un 20% de margen. Es decir, por ejemplo, piensa si el 80% de 418 km (334 km) te seguirá sirviendo.

Desde luego, para el día a día de ir al trabajo, o hacer la compra, la autonomía de un coche eléctrico es más que suficiente, pues es muy raro que en este tipo de desplazamientos, entre la ida y la vuelta, se hagan más de 100 km al día. Y para el caso de hacer viajes en coche eléctrico, con unos 300 km de autonomía en condiciones reales, da para muchos tipos de viaje, incluso de hasta 500 o 600 km de distancia, si puedes planificar una recarga rápida intermedia de al menos 30 minutos, con los que recuperar hasta el 80% de carga de la batería.

Poco a poco va creciendo la red de estaciones de recarga rápida, y super-rápida, entorno a las autopistas y autovías españolas (lo que viene a conocerse también como “electrolineras”), y aunque no hay tantas estaciones de este tipo como gasolineras, entre los diferentes gestores de carga y compañías eléctricas, ya no es tan difícil encontrar un lugar donde hacer una parada para recargar (y mientras tanto, tomar un café y descansar un rato). Nuestro consejo es que antes de salir de viaje, sobre el mapa o el navegador GPS, localices las estaciones de recarga rápida que te vendrían bien en tu ruta, y planifiques la parada.

Cuándo interesa un coche eléctrico

Como sucedía antaño, y todavía sucede hoy en día, cuando se compara un coche diésel con un coche de gasolina, la versión diésel del mismo coche no le conviene a todo el mundo. Su superior precio de compra debe compensarse con el menor consumo a los 100 km, y el precio ligeramente inferior del carburante, a base de realizar muchos kilómetros al año. Pero si no se realizan tantos kilómetros, el diésel no interesa.

Algo así sucede también actualmente con los coches eléctricos. En general, su precio de compra es más elevado que el de un coche de gasolina, y por tanto, desde un punto de vista meramente económico, el coche eléctrico sólo conviene si se va compensando ese mayor precio de compra, con el inferior coste del consumo por kilómetro y otros ahorros o ventajas. Aunque hay que analizar concretamente marca a marca, y modelo a modelo, en términos generales, un coche eléctrico viene a costar alrededor de 8.000 a 12.000 euros más que un coche similar de gasolina, y viene a ser necesario realizar alrededor de 20.000 a 25.000 km al año para amortizar la diferencia y que compense.

Pero como generalizar puede en ocasiones inducir a errores, intentemos verlo con un ejemplo y unos números más precisos, para hacernos una idea mejor. Para no ir más lejos, dentro de esta marca, Volvo, podemos encontrar modelos con versiones de gasolina y versiones eléctricas, como por ejemplo el Volvo XC40.

Si intentamos comparar la versión eléctrica con una versión de gasolina más similar, por potencia y cambio automático, tendríamos que mirar al Volvo XC40 B3, semi-híbrido, de cambio automático y 163 CV, que está disponible a partir de 37.600 euros. En este caso entonces, la diferencia en el precio de compra se reduce a menos de 6.000 euros (exactamente 5.738 euros).

Ahora comparemos el coste por consumo de estas dos versiones.

Sin considerar otros posibles ahorros del coche eléctrico, sólo el coste por consumo, para compensar los 5.738 euros del precio de compra más caro, a base de ahorrar 4,69 euros/100 km, habría que hacer con el coche eléctrico 122.346 km en total (aunque si lo comparamos con el modelo de gasolina más sencillo y barato, que consume 6,9 litros/100 km, y supone 10,42 euros/100 km, para compensar los 10.686 euros de coste extra del eléctrico, habría que hacer 202.004 km en total).

Mucho ojo, porque si no tenemos cuidado de programar la recarga del coche eléctrico por la noche, durante el periodo valle, el coste por consumo cambia mucho.

Si se recarga durante el día, en el periodo punta, el precio medio del kWh de electricidad en España en septiembre de 2021 fue de 0,36 euros, y si le sumamos los impuestos al completo, serían finalmente casi 0,46 euros/kWh. De esta manera el coste por consumo ascendería a 9,31 euros/100 km, siendo entonces muy complicado amortizar la diferencia en el precio de compra (salvo que se tengan en cuenta otros ahorros).

Ayudas a la compra de coches eléctricos

Hasta ahora no hemos considerado más que los precios de compra tal cual, de los diferentes modelos. Pero resulta que en España hay ayudas para la compra de vehículos de movilidad eléctrica, como son los coches 100% eléctricos de los que trata este artículo. Es el actualmente llamado Plan Moves III, del IDAE/Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, que se desarrolla según el Real Decreto 266/2021.

Según este plan, para la compra de un coche eléctrico de batería recargable, cuyo precio de venta sin IVA sea como máximo de 45.000 euros, hay una ayuda de 4.500 euros por coche. Si cuando se vaya a realizar la compra se achatarra un coche viejo (de al menos 7 años) a cambio del nuevo coche eléctrico, entonces la ayuda puede ser de 7.000 euros.

A esto se añade además, según impone el Real Decreto, que los turismos (coches eléctricos), deberán contar con un descuento de al menos 1.000 euros en la factura de venta por parte del fabricante, importador o punto de venta del vehículo.

Es importante tener en cuenta que las ayudas recibidas deberán reflejarse en la declaración anual del IRPF, y se detraerá un determinado porcentaje en forma de impuestos a pagar a Hacienda. La cantidad variará según el tipo impositivo resultado de cada persona, pero fácilmente puede ser de alrededor del 15%, por lo que esos 7.000 euros de los que hablábamos, pueden quedarse finalmente en unos 5.950 euros.

Ahora pensemos en el Volvo XC40 Recharge pure electric de 43.338 euros que habíamos puesto como ejemplo antes. Si le descontamos los 5.950 euros netos de las ayudas, y los 1.000 euros que debe descontar la marca fabricante, su precio de compra se quedaría en 36.388 euros. Si lo comparamos con la versión de gasolina semi-híbrida de cambio automático y 163 CV de 37.600 euros, resulta que la versión eléctrica es más barata que la de gasolina, y el ahorro es inmediato: aunque no siempre es así, en este caso en concreto, el coche eléctrico compensa desde el primer kilómetro.

Cargar tu coche eléctrico en casa

Si vas a tener un coche eléctrico, nuestro consejo es que tengas también un punto de recarga en tu casa. Es lo más cómodo, es lo más barato y es lo mejor para el sistema eléctrico. Para ello, es muy recomendable tener una plaza de garaje en propiedad. Si no la tienes, pero puedes aparcar en el trabajo, y en el parking hay un punto de recarga, durante tu jornada laboral podrás recargar perfectamente tu coche eléctrico. En este artículo previo, te explicamos cuánto tarda en recargarse un coche eléctrico.

Si tienes una plaza de garaje en alquiler, también podrías instalar un punto de recarga siempre que hables con el propietario. Recuerda que para todos los casos, hay ayudas públicas para cubrir parte del coste de la instalación del punto de recarga de vehículo eléctrico (hasta el 70% del coste).

Si aparcas en la calle, es complicado que un coche 100% eléctrico sea práctico para ti, pues todavía no hay puntos de recarga disponibles en cualquier lugar. La recarga rápida en una estación de acceso público es posible, y la encontrarás muy útil cuando hagas algún viaje, pero para el día a día, todavía resulta bastante cara. Además no es recomendable abusar de las recargas rápidas, pues se acelera el deterioro de la vida útil de la batería. Por lo tanto, tu mejor opción es comprar un coche con motor de combustión interna moderno lo más eficiente posible, como, por ejemplo, un semi-híbrido.

Si el coche eléctrico cuenta con un cable de recarga ocasional con conector tipo Schuko, puedes recargar en una toma de corriente convencional, de 230 V y 16 A, a una potencia de entre 2,3 kW y 3,7 kW (10 a 16 A). Si dispones de una cochera en una vivienda unifamiliar, puedes utilizarla.

De todos modos, lo más adecuado es utilizar un punto de recarga mural, también conocido como wallbox, provisto de un conector de recarga específico para vehículos eléctricos, Tipo 2 Mennekes, con el que podrás recargar más rápido (a más potencia). En este otro artículo te explicamos con todo detalle cómo recargar un coche eléctrico en casa y cómo instalar un punto de recarga.

Mantenimiento de un coche eléctrico

Un coche eléctrico es un automóvil que requiere menos operaciones de mantenimiento que un coche con motor de combustión interna. No hay aceite ni filtro de aceite que sustituir obligatoriamente cada cierto kilometraje, tampoco hay filtro de combustible, ni bujías de encendido ni delco, tampoco hay correa de distribución, ni embrague, ni tubos de escape… Gracias a la frenada regenerativa, que aprovecha la gran retención del motor para frenar el coche, y a la vez recuperar algo de energía con la que se auto-recarga la batería, los discos y pastillas de freno suelen durar muchos más kilómetros.

La batería de tracción de un coche eléctrico está además pensada para tener una vida útil igual a la del coche, tal como te explicamos en un artículo anterior. Cada vez hay más consenso entre los diferentes fabricantes, para considerar que en general, los costes de mantenimiento de un coche eléctrico son alrededor de un 30% – 40% inferiores a los de un coche con motor de combustión interna.

Además del ahorro en costes de mantenimiento, puedes considerar también otros posibles ahorros, dependiendo de la ciudad y comunidad autónoma en la que residas: en algunos casos el impuesto sobre vehículos de tracción mecánica está bonificado hasta el 75%, o pueden aparcar gratis en la calle en zonas de estacionamiento regulado (zona azul), y hasta en algunas comunidades autónomas, los coches eléctricos incluso están exentos de pagar peajes en autopistas.

Por tanto, si vas a comprar un coche nuevo, y si tu presupuesto de compra te lo permite, no descartes desde el principio comprarte un coche eléctrico: piensa si con el uso que haces del coche, te sirve su autonomía, piensa si lo puedes recargar fácilmente, y por último, toma la calculadora y echa algunos números para ver lo que realmente cuesta tener coche, pues no se reduce sólo al momento de adquirirlo. Muchos conductores seguro que descubrirán que el coche eléctrico es una muy buena opción para ellos.

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