La NASA y el Museo Smithsonian ha lanzado Mission on Mars AR [disponible para iOS y Android] coincidiendo con la llegada del rover Perseverance a Marte, tras un largo viaje y un exitoso amartizaje que han hecho las delicias de los expertos y ha maravillado al mundo. Se trata de una pequeña app didáctica para móviles inteligentes, gratuita, que utiliza la última tecnología para mostrarnos cómo se desenvuelven los vehículos robóticos que hemos enviado a Marte.
Para hacerse una idea de lo complicado que ha sido posar el rover Perseverance en Marte recordemos simplemente que llegó a la zona de frenado a unos 20.000 km/h, que tuvo que descender en paracaídas volando a Mach 1,7 –por encima de la velocidad del sonido– y luego descender con unos cables desde una grúa que se mantuvo en posición unos segundos gracias a unos retrocohetes. Perserverance pesa una tonelada y mide unos 2 por 2,70 metros y otros 2,20 de altura, más o menos el tamaño de un automóvil terrestre.
La app tiene un trasfondo educativo, con varias secciones para leer y aprender algunas cosas sobre Marte en comparación con la Tierra, caminar sobre la superficie marciana o repasar nuestro conocimiento del planeta rojo a lo largo de la historia. Pero lo más interesante son quizá los apartados sobre los róveres que la NASA ha enviado allí: Perseverance y Curiosity (muy similares), Spirit y Oportunity (que triunfaron en sus respectivas misiones) y el pequeño Sojourner.
Aunque todas las secciones se presentan en Realidad Aumentada, con espléndidos gráficos 3D que «vuelan» sobre la superficie del suelo de la habitación o la mesa, la más llamativa es quizá Conduce los róveres. Basta apuntar con la cámara al suelo –mejor si es en un lugar espacioso y con algún obstáculo– y «colocar» el robot explorador en un buen sitio (se puede modificar la escala si no hay mucho espacio). Esto se puede hacer incluso en la calle. La pantalla del móvil se convierte de ese modo en una combinación de imagen real e imagen virtual 3D bastante realista que acompaña los movimientos del teléfono.
Cuando el róver virtual está activado se puede controlar con un pequeño joystick en forma de círculo; tan solo hay que arrastrar el dedo hacia dónde se quiere mover el vehículo, que entonces realiza los giros de ruedas y desplazamientos para cumplir la orden.
En el «mundo real» los róveres no se controlan exactamente así. Como es sabido, la enorme distancia entre la Tierra y Marte hace que haya unos 20-22 minutos de retraso en las comunicaciones, que es lo que tardan las señales en ir y volver a la velocidad de la luz. De modo que algo tan interactivo como mover un joystick y observar el resultado simplemente no es posible. Normalmente desde el Control de Misión se marca el movimiento deseado y el rover intenta cumplir con el objetivo en los momentos siguientes; es bastante autónomo de hecho.
Los movimientos y datos de posición se transmiten entonces de nuevo al control de misión para que se pueda examinar qué tal ha ido la cosa. Es una tediosa tarea para los «conductores marcianos», que es como se les llama, pero seguramente lo más apasionante que puede haber excepto hacerlo allí en persona. En la app se pueden también activar algunos instrumentos, como el brazo robótico y la cámara, tomar fotos y enviarlas a los amigos, que suele ser lo más divertido de este tipo de apps.
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