Guardarraíles de cables de acero que reducen la gravedad de las colisiones

Las funciones esenciales de los guardarraíles o quitamiedos son reducir la violencia de los impactos (absorbiendo parte de la energía) e impedir que los vehículos se salgan de la vía, para evitar, por ejemplo, que invadan el carril de circulación inversa. Pueden ser flexibles, semirrígidos o rígidos.

Aunque los más habituales son los guardarraíles semirrígidos, que consisten normalmente en barreras de metal montadas sobre postes, las barreras de seguridad flexibles que consisten en cables de acero tienen una mayor capacidad absorbiendo la energía del impacto. Esto reduce la desaceleración a la vez que impide que el vehículo traspase la barrera, salte por encima o que rebote y vuelva a entrar en los carriles de circulación.

“Cuando un vehículo atraviesa la barrera de alambre, los postes se doblan cerca del suelo liberando los que enganchan el vehículo, lo que ayuda a absorber el exceso de energía y reducir la velocidad,” explican desde Towards Zero.

En este vídeo de Dash Cam Owners Australia, grabado con una dashcam o cámara interior, se puede comprobar cómo funcionan las barreras de cable de acero y su capacidad para detener la masa de un camión que se ha salido de la vía y se dirige hacia los vehículos que circulan en sentido contrario. Además de detener el vehículo, los cables lo reconducen fuera de las vías de circulación.

Las investigaciones realizadas por Towards Zero, en Australia, han demostrado que estas barreras de seguridad son el sistema más eficaz, ya que en caso de accidentes las personas tienen más probabilidades de sobrevivir que con otros guardarraíles.

Esta comparativa realizada por el organismo de seguridad vial de Nueva Gales del Sur, en Australia, permite comprobar el resultado de impactar un vehículo a igual velocidad y de similar masa contra diferentes tipos de barreras: flexible, semirrígida y rígida, de hormigón.

Towards Zero admite el riesgo que suponen los cables y postes para los motoristas, que son los conductores más vulnerables frente a cualquier sistema de barreras, de cualquier tipo. “Un estudio de más de 600 km de barreras flexibles llevado a cabo en Suecia no registró ningún caso de motoristas ‘cortados’ por estas barreras”, explican. “En cambio, sí se apreció una reducción del 40-50% en el riesgo de muerte de motociclistas tras la instalación de barreras de seguridad de cable metálico”.

Sin embargo, para reducir el posible riesgo en las zonas con mayor frecuencia de motoristas esta barrera se instala utilizando postes más anchos y si es necesario con protecciones acolchadas, para ofrecer una mayor superficie de apoyo si un motorista impacta contra ella.

Foto | Towards Zero

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