Guía de mantenimiento para coches eléctricos
Como muchos de nuestros lectores puede que están más familiarizados con el mantenimiento de los coches de motor de combustión, en esta pequeña guía vamos a centrarnos en las diferencias que presenta el mantenimiento de los coches eléctricos.
Muchas de estas diferencias están relacionadas con lo que “no hay en un vehículo eléctrico”. Además, trataremos aparte el tema de las baterías, y comentaremos algunas peculiaridades importantes a la hora de revisar los neumáticos y el sistema de frenado.
Importancia del mantenimiento regular en los coches eléctricos
El correcto mantenimiento de un coche eléctrico es vital, exactamente igual que con cualquier otro vehículo. Es, para empezar, una forma de evitar accidentes y anticiparse a posibles averías. Está en juego en primer lugar tu seguridad y la del resto de los pasajeros, y ya después, en orden de importancia, tu dinero.
En conjunto, el coste de mantenimiento del vehículo eléctrico es menor que si hablamos de un coche de gasolina o diésel. Tenemos, sobre todo, un motor mucho más sencillo, sin centenares de piezas sometidas a altas temperaturas y a fricciones. Y un coche eléctrico carece de otros elementos como, por ejemplo, la caja de cambios y el embrague. Tampoco hay que cambiarle el aceite ni sustituir ningún filtro de partículas.
Aunque como veremos más adelante, hay elementos concretos, como los neumáticos, en los que tendremos que invertir más dinero, en conjunto, un coche eléctrico gasta menos en mantenimiento. Este ahorro puede estar en torno a un 30% o un 40%, pero hay muchas formas de hacer este cálculo y hay quien indica costes aun menores.
Componentes clave en los coches eléctricos que requieren mantenimiento
Como ya hemos comentado, lo primero que tenemos que tener en cuenta es lo obvio: hay elementos propios de los vehículos de combustión que no van a estar presentes, así que dicho de forma coloquial, nos ahorramos su mantenimiento. Es un ahorro tanto en revisiones como en el cambio de piezas. Pasa lo mismo que cuando hablábamos de la ITV de un vehículo eléctrico, que no había que revisar lo que no existe.
Además de los neumáticos y del sistema de frenado, que comentaremos brevemente aparte, los componentes de un coche eléctrico que requieren mantenimiento periódico son los siguientes: limpiaparabrisas, amortiguadores, filtro de polvo y polen y la batería auxiliar o de arranque.
También hablaremos con más detalle sobre la batería (o baterías) de tracción, las que mueven el coche. Van a durar mucho tiempo y además sería un elemento muy caro de sustituir. La clave en este caso es hacer un uso adecuado. El uso estimado ha de superar los 10 años. Sí que tendremos que tener en cuenta el mantenimiento de los sistemas de carga.
Programa de mantenimiento básico para coches eléctricos
Un programa o plan de mantenimiento para vehículos eléctricos, basado en los componentes que hemos mencionado, puede ser el que vamos a exponer a continuación. Tengamos en cuenta que las cifras pueden varias para cada fabricante o para cada experto en el tema. Nosotros vamos a poner en algunos casos una horquilla de años, recomendando optar por la opción más prudente.
Revisiones periódicas en taller, mejor oficial: anual, o cada 30.000 kilómetros. Hay elementos que es mejor revisarlos cada 6 meses.
Sustitución de elementos o reposición de líquidos:
- Líquido de frenos: cada 2-3 años
- Discos y pastillas de freno: cada 4 años o 60.000 kilómetros (solo pastillas cada 2 años o 30.000 kilómetros)
- Filtro de polvo y polen: cada 2 años o 30.000 kilómetros
- Cambio de escobillas de limpiaparabrisas: anual
- Neumáticos: 2 años o 30.000 kilómetros. Conviene revisar presión y aspecto una vez al mes.
- Batería auxiliar o de arranque: cada 4-6 años o 90.000 kilómetros.
- Amortiguadores: 8 años o 120.000 kilómetros
Mantenimiento de la batería y maximización de su vida útil
La batería de tracción de un vehículo eléctrico no requiere, en principio, ningún tipo de mantenimiento especial, simplemente la comprobación periódica de su estado. Sí que es cierto que con el paso de los años su nivel máximo de carga va a ir reduciéndose, pero hay diversas cosas que podemos hacer para maximizar su vida útil.
La primera de ellas es limitar el número de cargas rápidas. Sabemos que es lo más cómodo y que, sobre todo, estando en ruta es lo más tentador para reducir el tiempo de carga y, por tanto, el tiempo de parada. Pero limitémoslo a las ocasiones en las que sea imprescindible.
Otro consejo interesante es intentar mantener el nivel de carga entre el 20% y el 80%. No dejar que la batería “se vacíe”, pero tampoco cargarla a tope salvo, exactamente igual que antes, cuando sea una necesidad. Es probable que también hayas oído hablar de la regla del 80-20 referida al cuidado de la batería de los móviles. En resumen, las baterías están fabricadas para durar muchos años, y los fabricantes ofrecen un período de garantía, pero hay que cuidarlas.
Cuidado y revisión de sistemas de carga en coches eléctricos
Si bien, como hemos dicho, la propia batería de tracción no necesita ningún mantenimiento especial, conviene que sea revisada. Además, hay elementos relacionados con ella cuyo mantenimiento hay que vigilar, como el motor, las conexiones eléctricas y el aislamiento de los cables.
Es imprescindible que la tarea la haga un técnico especializado con equipamiento necesario. También hay que revisar el cable de carga. Además de comprobar su estado, recordar que este elemento tiene que estar siempre limpio y seco.
Mantenimiento de sistemas de frenado y regeneración de energía
En el caso de los vehículos eléctricos, los sistemas de frenado van a sufrir menos que en los coches de combustión, tanto de gasolina como diésel. Esto es debido, en gran parte, a la frenada regenerativa. Su mantenimiento, por tanto, será menos costoso, ya que aumentarán su vida útil.
Pero, ¿qué es la frenada regenerativa? Cuando frenamos, reducimos el movimiento del coche, es decir, su energía cinética. En un vehículo de combustión, esta reducción de energía se pierde en forma de calor. En cambio, en un vehículo eléctrico esta energía cinética se transforma en electricidad gracias al motor eléctrico, que actúa como un generador cargando la batería.
Esto tiene dos consecuencias positivas: ahorro de energía y menos desgaste de nuestro sistema de frenado.
Mantenimiento de neumáticos y eficiencia en coches eléctricos
Aunque básicamente el mantenimiento de los neumáticos en un coche eléctrico es similar al que realizamos en un vehículo con motor de combustión, hay que tener en cuenta un par de aspectos. Sobre todo, hay que tener en cuenta que hablamos de vehículos más pesados, especialmente por el peso de la batería, y eso va a hacer que los neumáticos “sufran más”.
Aunque no hay una legislación que obligue a un tipo de neumático determinado, el peso y otras diferencias de los vehículos eléctricos, como las frenadas regenerativas, va a acortar la vida de nuestros neumáticos. Si en un coche de combustión se suelen cambiar los neumáticos cuando transcurren unos 5 años o unos 40.000 – 50.000 kilómetros, en un vehículo eléctrico se recomienda esperar tan solo 2 años o unos 30.000 – 40.000 kilómetros. Y evidentemente, antes, si el dibujo muestra desgaste.
Consejos adicionales para mantener tu coche eléctrico en óptimas condiciones
Los consejos adicionales, más allá de las revisiones periódicas, son las mismas que en un vehículo de combustión: una correcta conducción. En el caso de tu vehículo eléctrico, las advertencias que hemos hecho sobre el cuidado de la batería de tracción van a hacer que quizás tengas que cambiar alguno de tus hábitos. Lo agradecerás, ya que estamos hablando de un elemento de gran valor económico.