Leyendas urbanas sobre los coches en invierno
Hay un buen número de leyendas urbanas o “creencias extrañas” sobre el mundo del motor que resurgen cada invierno cuando llegan las bajas temperaturas. Como suele suceder, se transmiten viralmente de unos conductores a otros, pero a veces también a través de Internet, de las conversaciones de oficina (o de gasolinera) y de los inevitables cuñados que todo lo saben. Pero, ¿qué hay de cierto en algunas de ellas?
Si bien la mayor parte no tienen ninguna base mecánica, de ingeniería o científica –la realidad a veces desafía a la intuición– algunas otras son cuestiones que quizá fueron ciertas en tiempos pasados, pero que ya no lo son en la actualidad.
Tal vez una de las más conocidas tenga que ver con si son mejores los neumáticos anchos o estrechos para el invierno, cuando la nieve o el hielo aparecen en muchos lugares. La intuición hace suponer que si los neumáticos son más anchos “tendrán más adherencia”, pero la ciencia nos dice también que el neumático hará más presión sobre el suelo (por centímetro cuadrado) cuanto más pequeña sea la superficie de contacto y tendrá mayor tracción, que es lo importante. Por esta razón, los coches de rally suelen montar también neumáticos especialmente estrechos.
El ADAC (club de automovilistas alemanes) realizó pruebas en diversas condiciones, y aunque algunos fabricantes han recomendado neumáticos anchos también para invierno (dependiendo concretamente de las condiciones de la nieve o el hielo y otros factores) su conclusión fue que para circular sobre mojado, nieve o posible hielo lo mejor es utilizar los neumáticos más estrechos posibles que admita la homologación del vehículo. Pero ojo: aunque proporcionarán más agarre en condiciones “complicadas” también tendrán menos adherencia en condiciones normales y en verano, así que habrá que volver a cambiarlos por otros convencionales llegado el momento.
Respecto a los neumáticos también “cuentan las leyendas” que es mejor deshinchar ligeramente los neumáticos en invierno. Pero esto está relacionado con lo anterior, y lejos de conseguir mayor agarre los neumáticos un poco deshinchados simplemente se gastarán más pronto por los bordes. Así que lo más conveniente es, sea cual sea el ancho de los neumáticos, inflarlos según las recomendaciones del fabricante.
Otro tanto sucede con la forma de salir de la nieve. ¿Es mejor meter primera o segunda al quedarse “atrapado”? Con los sistemas de control de tracción modernos lo de “salir en segunda” no es necesario, pues la electrónica del vehículo se encarga de todo. Basta hacer la aceleración suave y sin brusquedades. Y quien quiera entender más sobre cómo es esta experiencia diferente antes de subirse a la montaña y la nieve puede leer cómo es un auténtico test de conducción en nieve de la mano de profesionales.
Vía | Consumer, ADAC, Oponeo, Autofácil