La próxima generación de coches autónomos de Volvo Cars tendrá un controlador central basado en la tecnología DRIVE AGX Xavier de Nvidia, lo que permitirá disponer de una plataforma avanzada para los nuevos modelos en la próxima versión de la plataforma de vehículos de Arquitectura Escalable de Productos, SPA 2. Será a principios de la próxima década cuando se pueda poner en el mercado el primer vehículo equipado con esta tecnología.
Esta plataforma permitirá desarrollos capaces de alcanzar el nivel 4 de autonomía, es decir, 100% de autonomía bajo ciertas condiciones. En este nivel de autonomía, el conductor no tiene que intervenir para nada en la conducción, salvo emergencia. Y aun en ese caso, si el conductor no reacciona a tiempo, el vehículo pasaría a un modo seguro que consistiría en detenerse con seguridad.
La flexibilidad de esta arquitectura, y por la sencilla razón de desplegar la tecnología por etapas, permitirá empezar en el nivel 2 extendido de autonomía (modo de autonomía total bajo ciertas circunstancias muy especiales y favorables, por períodos muy reducidos de tiempo).
La plataforma de Nvidia será capaz de controlar el entorno del vehículo en todas las dimensiones, y además, podrá monitorizar y vigilar al conductor, su estado y sus reacciones. Por ejemplo, el software inteligente es capaz de rastrear los movimientos de la cabeza y los ojos de un conductor para saber cuándo es probable que haya pasado por alto un detalle importante del entorno. En ese caso, el sistema sabrá que existe un riesgo notable de que suceda un imprevisto, o un incidente, y estará preparado. También es capaz de leer los labios del conductor.
Nvidia DRIVE AGX Xavier Developer Kit es una plataforma que permite hacer posibles los sistemas de conducción autónomos, combinando hardware y software en una plataforma abierta y escalable pensada para desarrollar y probar sin problemas la tecnología de conducción autónoma. Es totalmente personalizable y está orientada a optimizar la producción. El kit incluye un procesador DRIVE AGX Xavier para el vehículo y un arnés para su conexión física, además de la fuente de alimentación, sensor de cámara y otros accesorios.
La arquitectura SPA 2 toma las ventajas existentes en la arquitectura modular SPA y suma tecnologías de nueva generación en áreas tales como la electrificación, la conectividad y la unidad autónoma. La pieza clave en todo ello es el ordenador central de control, que necesita una enorme potencia de procesamiento, además de una capacidad de actualización mucho más eficiente cuando se trata de hacerlo en remoto, en ruta.
A partir de los primeros años de la década de 2020 veremos los primeros modelos que incorporan este nuevo cerebro capaz de proporcionarnos vehículos 100% autónomos.
