Esta interesante iniciativa en forma de aplicación web llamada Electricity Maps (Mapas de la electricidad) consiste en una serie de mapas en las que se muestra tanto la producción de electricidad como su consumo en tiempo real, por países y zonas, junto con la intensidad de emisiones de CO2. Algo aparentemente sencillo, pero que proporciona una buena cantidad de información sobre cómo se comporta cada país en el proceso de electrificación en el que todos se encuentran envueltos.
La metodología que emplean está basada en tecnologías abiertas: tanto el código como las fuentes de datos se pueden consultar y verificar. Básicamente se realiza en cuatro fases:
- Recoger los datos de diversas fuentes oficiales, verificándolos.
- Gestionar esos datos con diversos modelos matemáticos.
- Calcular las emisiones de CO2.
- Procesar los datos para calcular la intensidad de las emisiones de CO2.
La intensidad de emisiones y su impacto climático
El dato principal que el mapa «traduce» en colores es la intensidad de emisión. Es un dato que básicamente representa cuántos gramos de dióxido de carbono (CO2) se emiten por cada kilovatio hora (Kwh) consumido. Este valor puede variar según el tipo de actividad (consumo humano, transporte, recarga de vehículos eléctricos, trabajos agrarios, fábricas…) y en la web se detalla cómo se hace exactamente, para quien tenga más interés en investigar la metodología. Para quienes no necesiten tantas complicaciones, la explicación es sencilla: en el mapa, cuanto más verde, más respetuoso es ese país con el medioambiente y una menor intensidad de emisiones tiene (no está mal recordar de paso Seeing CO2 para entender mejor el «tamaño» de las emisiones comparándolas con objetos cotidianos.
Para la visualización se gestionan 200 zonas de todo el mundo, que se corresponden más o menos a países. Algunos de los pequeños están agrupados con los vecinos y de otros no hay información (especialmente de África y Asia) porque por alguna razón no ofrecen fuentes de las que extraer los datos básicos (aparecen en gris).
En el blog del proyecto se explica además por qué hay que calcular las emisiones respecto a los datos de consumo de electricidad frente a los de producción de electricidad. Esto tiene que ver con los países que además de generar de una u otra forma su electricidad la exportan o importan de países vecinos. Este dato se considera más preciso, pues si algún país por razones geográficas o de infraestructuras apenas genera electricidad (lo cual podría producir muchas emisiones, que no se le contabilizan como tales), pero consume mucho, esa electricidad ha de importarse de países vecinos, y allí esa generación sí que contamina aunque se consuma menos.
Un mapa de la electricidad para unirlos a todos
El mapa resumen incluye las 200 zonas y es suficiente con pasar el ratón por encima de cualquier de ellas para ver sus datos: su intensidad de carbono (en gramos), qué porcentaje de la energía generada procede de fuentes de bajas emisiones (un porcentaje) y cuánto de renovables (otro porcentaje).
Un clic sobre el país muestra el mix completo, con todas las fuentes disponibles. Por ejemplo, en España en los últimos 12 meses las fuentes han sido, por este orden y cantidades:
- Eólica (5,8 TWh)
- Nuclear (5,1 TWh)
- Gas Natural (4 TWh)
- Hidráulica (3,8 TWh)
- Solar (2 TWh)
- Biomasa (0,4 TWh)
- Carbón (0,3 TWh)
- Geotermia (-)
- Petróleo (< 0,1 TWh)
- Otros (< 0,1 TWh)
- Almacenamiento hidráulico (-)
- Almacenamiento en baterías (-)
En esa mezcla hay que recordar que la energía nuclear se considera de bajas emisiones y sigue siendo la más relevante, aunque no esté exenta de problemas medioambientales, como las demás; pero no afecta en cuanto a emisiones de CO2. Las renovables son las naturales y de algún modo inagotables: viento, mareas, luz solar y energía geotérmica. Esta es la razón de algo muy llamativo del mapa, que es que normalmente los países con una buena producción de energía nuclear son más verdes porque emiten menos CO2.
En cuanto se selecciona la visualización de las emisiones de CO2 por país se puede ver cómo normalmente la palma se la llevan el gas natural, el carbón y la biomasa. Algo que ya sabíamos, pero que en el mapa se refleja muy claramente.
La información se puede filtrar por países y regiones, permite ver «datos del pasado» moviendo la barra desplazadora por horas, o acceder al agregado de las últimas 24 horas, 30 días, un año… Como detalles tiene un modo oscuro y otro para daltónicos. Lo único que a veces no se ve muy bien son las flechas (»»») que indican cómo se transfiere la energía de un país exportador a otro importador. En cualquier caso, está bien planteado, es limpio, rápido y muy funcional.
Más y mejor información
El proyecto de Electricity Maps ofrece una forma muy conveniente de acceder a información pública y herramientas abiertas en las que cualquiera puede participar; de hecho para las zonas sin datos están voluntarios que aporten información. Existe como versión básica gratuita que cualquiera puede consultar –además de que se puede descargar el software y ver las fuentes de datos– y en versiones comerciales donde básicamente se incluyen datos más detallados por región, por ejemplo, previsiones para las próximas 24 horas, históricos más amplios o informes más detallados cada varios meses.
Es una aplicación que interesará sin duda a los curiosos, pero también a quienes estén profesionalmente interesados en el campo de la electrificación y la gestión de la electricidad procedente de todo tipo de fuentes energéticas. Además de la web, tienen un canal de vídeos sobre electricidad verde y metodología, un blog con artículos y un par de guías sobre cambio climático y electricidad.