Todos sabemos de la importancia de evitar las distracciones durante la conducción como forma de prevenir accidentes. Las estadísticas son claras, con porcentajes que achacan entre el 15% y el 30% de todas las víctimas a meras distracciones. Esas distracciones pueden ir desde las más comunes, como estar mirando el paisaje o las vallas de anuncios publicitarios, a otras como discutir con el acompañante o incluso beber, fumar… ¡hasta leer!
Pero en el mundo actual cada vez parece claro que un porcentaje cada vez mayor de estas incidencias tienen un único protagonista: el teléfono móvil. Distracciones causadas al hablar, leer mensajes o escribirlos estando en movimiento. Algo que puede parecer que requiere tan solo “un segundito”, pero que en la práctica supone más tiempo y atención, a la vez que desvía los ojos de la carretera y las manos del volante.
En la última conferencia de Apple, cuyo iPhone está entre los productos más vendidos de la compañía, se anunció el que para muchos ha sido considerado “probablemente el mayor avance en seguridad respecto a la conducción” que implica a los terminales móviles: una función llamada No molestar durante la conducción que funciona desactivando todo tipo de alertas y notificaciones cuando se va conduciendo el vehículo. Además de esto, el terminal es capaz de “contestar” a los mensajes entrantes (ya sean llamadas o mensajes de texto) con una respuesta del tipo “Disculpa, no puedo contestar ahora que estoy conduciendo“.
Esta función, que no es nueva (Samsung la denomina In-Traffic Reply para sus terminales Android) tiene una ventaja sobre lo que suele ser el sencillo modo “No molestar” de algunas apps: funciona a nivel del sistema, de modo que actúa básicamente sobre todas las apps del teléfono a la vez. Y lo más relevante puede que sea el gran despliegue de que todos los terminales reciban esta nueva función automáticamente, como parte de la actualización del sistema.
Aunque el teléfono “detecte” que está en un coche en movimiento (tiene sensores de movimiento y GPS para “adivinarlo”) el usuario siempre tiene control sobre el terminal, de forma que este modo se puede activar o desactivar si es necesario. De hecho ni siquiera necesita estar conectado físicamente al automóvil ni que se active el modo CarPlay –las funciones para controlar el equipo de audio y la música.
Su funcionamiento es muy preciso, pero el modo práctico no puede saber quién está conduciendo el coche; de hecho si un pasajero lleva un iPhone recibirá el mismo aviso y tendrá que pulsar el botón “No estoy conduciendo” para continuar –algo que los aficionados recordarán de apps de juegos como Pokemon Go, que usan exactamente la misma técnica.
También resulta interesante que, en el caso de terminales de jóvenes, los adultos supervisores tienen potestad para activar o desactivar este modo, de forma que un conductor inexperto no pueda anular la función “No molestar” simplemente pulsando un botón –y tendrá que esperar a que lo haga la persona responsable del vehículo.
La relevancia del anuncio de Apple es, sobre todo, que con una mera actualización –que llegará en otoño– se añade una función de seguridad a cientos de millones de teléfonos móviles de todo el mundo, algo que no es baladí y que puede tener un efecto importante en el número de siniestros, ayudando así a salvar muchas vidas.