La necesidad de energía sostenible nos lleva a aprovechar de nuevo el omnipresente combustible de la naturaleza: el viento. La tecnología y la innovación hacen que Volvo Cars sea uno de los 11 socios que han unido sus fuerzas para desarrollar el Orcelle Wind, el primer buque de transporte de automóviles y camiones en alta mar (RoRo) propulsado por el viento. Este tipo de buques están diseñados para el transporte internacional de coches y camiones por mar; por ejemplo, de Europa a Estados Unidos.
Imagina a los futuros coches eléctricos de Volvo Cars navegando por miles a través del Atlántico con energía eólica sostenible. Esto es importante porque el transporte marítimo actual depende prácticamente en su totalidad de la energía producida por combustibles fósiles -algunos barcos queman miles de litros de gasóleo por hora- y cualquier emisión de CO2 asociada al transporte de vehículos contribuye a las emisiones totales del ciclo de vida de cada coche. Por tanto, si Volvo quiere cumplir el objetivo de convertirse en una empresa climáticamente neutra en 2040, todos los factores son importantes.
Wallenius Wilhelmsen, una compañía naviera noruega de transporte RoRo, es la coordinadora del proyecto y tiene la ambición de que el Orcelle Wind comience a navegar a finales de 2026 o principios de 2027. El Orcelle Wind es el primer buque de lo que se denomina el Concepto Oceanbird, para buques propulsados principalmente por energía eólica. El concepto demuestra que, en teoría, es posible reducir las emisiones de los buques hasta en un 90% si se alinean todos los factores que influyen en las emisiones.
Wallenius Wilhelmsen y los socios del proyecto, entre ellos Volvo Cars, han obtenido financiación de Horizonte Europa por un total de 9 millones de euros para financiar la construcción de un velero RoRo. Horizonte Europa es el principal programa de financiación de la UE para investigación e innovación. En los próximos cinco años, Orcelle Wind, que tendrá 220 metros de eslora, capacidad para más de 7.000 automóviles y podrá transportar carga fraccionada y material rodante, cobrará vida en todos los aspectos de la planificación, construcción y explotación de un buque de propulsión eólica.
Roger Strevens, vicepresidente de Sostenibilidad Global de Wallenius Wilhelmsen, ha declarado: “La financiación de la UE Horizonte Europa demuestra que el concepto resistió el escrutinio de las autoridades de financiación de la UE y que tuvieron la confianza de darle su apoyo”.
El papel de Volvo Cars, como socio en este proyecto, es aportar su perspectiva de usuarios. Explorando las demandas de buques que transporten los coches eléctricos de Volvo Cars, la marca contribuye al análisis del diseño de la cadena de suministro, intentando responder a esta preguntas: ¿Cómo se planificaría el flujo de pedidos a la distribución cuando se necesita añadir tiempo para el transporte marítimo eólico, garantizando al mismo tiempo que se cumplen las expectativas de los clientes?
La subvención de la UE se reparte entre los 11 socios, para que todos puedan aportar distintos puntos de vista, con la esperanza de crear una perspectiva de 360 grados sobre la propulsión eólica. Entre los temas que se tratarán figuran el trazado de rutas meteorológicas, el diseño de buques, la orquestación de la cadena de suministro, la formación de la tripulación y la instalación de un banco de pruebas en un buque existente. El objetivo del proyecto es preparar el Orcelle Wind para su comercialización.
El proyecto de la UE combina las inversiones necesarias para la demostración a escala real y la captura de datos con modelos y herramientas avanzados para buques de propulsión eólica. Más allá del buque de prueba, los socios utilizarán los modelos y herramientas para desarrollar diseños conceptuales avanzados y planes operativos para que múltiples tipos de buques apliquen la solución del ala.
En palabras de Anna Karamigkou, doctora y responsable de proyectos de la Comisión Europea: “El proyecto Orcelle es un paso importante para un cambio a gran escala hacia la energía eólica como propulsión principal. Con una tecnología que es relevante para un porcentaje tan alto de buques, y la capacidad de reducir drásticamente las emisiones del transporte marítimo, vemos que la UE puede obtener grandes beneficios sociales de este proyecto.”
Staffan Johannesson, responsable de sostenibilidad de Volvo Cars de la cadena de suministro, afirma que el potencial que ofrecen proyectos como éste, en los que Volvo se asocia con otras empresas para innovar nuevas soluciones, es un buen ejemplo de la necesidad de encontrar múltiples formas de reducir las emisiones de carbono en todas las actividades de la empresa.
“Exploramos continuamente oportunidades de sostenibilidad en todos los aspectos de nuestra cadena de suministro y, de hecho, en toda nuestra actividad empresarial. Nuestra lista de iniciativas sigue creciendo a medida que trabajamos para alcanzar nuestra ambición de convertirnos en una empresa climáticamente neutra en 2040”, comenta Staffan Johannesson.