El 1 de junio de 2021 entró en vigor una nueva normativa para la Inspección Técnica de Vehículos (ITV), un examen que deben llevar a cabo todos los vehículos a partir del cuarto año desde la fecha de matriculación. Hasta los diez años de antigüedad, se realiza cada dos años. A partir de ahí, cada año. Esa nueva regulación introduce algunos cambios para 2022, como una nueva prueba que revisa los sistemas de control de emisiones conocidos como OBS (On Board Diagnostic). Aunque no todos los coches están obligados a pasar esta comprobación, solamente los matriculados desde el 1 de enero de 2011 y los vehículos industriales desde el 1 de enero de 2014.
En cuanto a la documentación requerida para pasar la ITV, en 2022 no cambia nada. Así, la persona que acuda a una estación de ITV deberá presentar el papel original de la Tarjeta de Inspección Técnica del Vehículo, emitida por el Ministerio de Industria, en la que vienen todos los datos técnicos (matrícula, marca, modelo, número de bastidor, categoría, tamaño de las ruedas…). Esta ficha acredita que el coche cuenta con las debidas homologaciones técnicas necesarias para poder circular por las carreteras españolas.
Además, cuando vayas a pasar la ITV te pedirán también el permiso de circulación, el cual identifica la titularidad del vehículo. Este documento, junto con la Tarjeta de Inspección Técnica, es obligatorio llevarlo en el coche. Si por lo que sea no dispones del permiso de circulación en el momento de pasar la ITV, no pasa nada, el personal de la estación que te atienda puede acceder a él de forma telemática a través del Registro de la Dirección General de Tráfico (DGT).
Si bien no es necesario presentar en la estación de ITV el papel que acredite estar al corriente de pago del seguro del automóvil (se puede comprobar en el Registro de la DGT), sí que para pasarla es obligatorio haberlo abonado. Si el vehículo no está asegurado, no es posible efectuar la inspección técnica.
Con estos documentos, luego solo queda pagar para proceder a la revisión en sí del vehículo en la que se comprueba el estado de los frenos, las ruedas, las luces, emisiones contaminantes, el motor y muchas otras partes con el fin de constatar que se encuentra todo en buenas condiciones para circular con seguridad. El precio de la ITV varía según el tipo de vehículo y la comunidad autónoma en que se pase, y oscila entre los 30 y los 60 euros. La inspección en sí de todo el vehículo es un proceso que dura entre 20 y 30 minutos.
En el caso de que dispongas de un Volvo y no puedas o no quieras acudir a una estación de ITV para revisarlo, Volvo se encarga de hacerlo por ti. Este servicio abarca tanto el papeleo previo y posterior como el traslado al centro de ITV. Para ello, solo debes reservar cita previa y abonar el coste (es un precio cerrado). Si, por el contrario, prefieres pasar la ITV tú, pero con la seguridad de que van a darte la pegatina en la primera cita, pide hora en cualquiera de los concesionarios oficiales de Volvo para revisen tu Volvo y lo pongan a punto para esta prueba.
Recuerda que puedes pasar la ITV hasta 30 días antes de la fecha de vigencia (y no cambia la fecha de la próxima revisión, se mantiene exactamente el mismo día para el año siguiente). Si circulas con la ITV caducada puede resultar arriesgado para la circulación y también por la posibilidad de ser sancionado con una multa de entre 200 y 500 euros (esta última cantidad la aplican si circulas cuando la ITV ha sido negativa). Así que más vale cumplir con la obligación de realizar este trámite como marca la ley.
