El aceite de motor desempeña un papel importante, ya que protege las piezas metálicas en movimiento de este formando una capa muy fina que proporciona lubricación. Otro de los beneficios de este líquido es que elimina contaminantes, es capaz de recogerlos y filtrarlos. También sirve para prevenir la corrosión, controlar la temperatura disipando el calor y sellar pequeños espacios. Esto último permite alcanzar la presión adecuada y, por tanto, mejorar el rendimiento y evitar fallos, por ejemplo, a la hora de arrancarlo.
Por todo ello resulta muy importante reponer y cambiar el aceite del motor y también elegir el más adecuado para cada vehículo, pues de no ser así pueden aparecer una serie de problemas. Existen cuatro tipos diferentes de aceite:
Aceite totalmente sintético
Aceites diseñados para proporcionar mayor viscosidad, mejor resistencia a la corrosión y oxidación. En general, se recomienda utilizar aceite totalmente sintético para motores de alto rendimiento.
Aceite de mezcla semisintético/sintético
Es un híbrido entre aceite convencional y aceite totalmente sintético. Las propiedades a baja temperatura proporcionan una mejor resistencia a la oxidación.
Aceite para conducción de largas distancias
Para conductores de larga distancia. Se fabrica utilizando un método especial optimizado para sellos de aceite, fugas, combustión de aceite, humo del motor y gases de escape, lo que lo hace adecuado para conducción de largos recorridos.
Aceite mineral
El aceite mineral es un aceite de motor que se elabora a partir de petróleo crudo y se refina a diferentes viscosidades. Algunos dicen que incluso el aceite mineral es mejor que el aceite sintético si se cambia con frecuencia.
El aceite mineral se recomienda para vehículos que circulan principalmente en ciudad o en distancias cortas y el aceite sintético está orientado a coches que se conducen mucho en largas distancias y a alta velocidad.
Clasificación de calidad del aceite del motor (API)
La clasificación del petróleo por rendimiento y uso se basa en los estándares establecidos por API (American Petroleum Institute). Actualmente, los estándares API van hasta SN para motores de gasolina y CK-4 para motores diésel. Cuanto más cerca esté la segunda letra de la Z, más reciente será el estándar. Para motores de gasolina, están disponibles en el mercado los grados SJ, SL, SM y SN y para motores diésel, los CH-4, CI-4, CJ-4 y CK-4.
Clasificación según la viscosidad (SAE)
Si te fijas en el envase del aceite del motor, puedes ver marcas formadas por números y letras, como 5w40 y 10w40. Estas indican la viscosidad del aceite de motor. Es una clasificación definida por la SAE (Society of Automotive Engineers). Cuanto más cerca esté de 0W, menor será la viscosidad, lo que la hará más fina. Cuanto más cerca esté de 15W, mayor será la viscosidad, lo que la hará tener una viscosidad similar a la de la miel. El 5w y 10w indican el grado de viscosidad SAE a temperaturas fría y la segunda cifra, el 40, se refiere a cómo se comporta en alta temperatura.
Ciclo de cambio de aceite del motor
Para saber cuándo debes cambiar el aceite del motor consulta el manual de tu vehículo. Normalmente, los fabricantes de automóviles recomiendan cambiarlo aproximadamente cada 10.000 km. Sin embargo, algunos cambian el aceite del motor cada 5.000 km. Todo esto variará según las especificaciones de aceite requeridas para el motor y el entorno de conducción. No existe un ciclo de cambio absoluto, pero se considera que el ciclo de cambio es de 7.000 a 10.000 km para aceite mineral y de 10.000 a 15.000 km para aceite sintético. Si quieres mantener tu vehículo sin problemas durante mucho tiempo, lo recomendable es un cambio de aceite cada 5.000 km.