Geely, la empresa matriz de Volvo Cars desde 2010, ha anunciado que pondrá a la venta su primer coche volador, diseñado y producido a través de una de sus filiales: Terrafugia. Transition es el nombre de este vehículo, que entrará en preventa en octubre de este año, para comenzar su comercialización en 2019.
Mucho están cambiando las propuestas de movilidad en los últimos años y solo podemos especular sobre lo que nos deparará el futuro. ¿Serán los “coches voladores” los nuevos reyes del transporte ciudadano?
Transition: el pionero de los coches voladores
El supuesto primer coche volador, Transition, tiene una capacidad para dos personas en su habitáculo. Sus alas son plegables y técnicamente se puede usar como un coche normal. Con las alas desplegadas y utilizando una pista preparada para este uso, el coche puede despegar como si de un pequeño avión se tratara. El pequeño tamaño elimina la necesidad de pagar por el coste de un hangar o alquiler del espacio.
La información oficial habla de una autonomía de 400 millas (alrededor de 643 kilómetros) con velocidades de hasta 100 millas por hora (unos 160 km/h). Este vehículo utiliza combustible de automoción, con lo que elimina también otros costes o incómodas gestiones.
Como es obvio, y aunque puedas estacionarlo en tu garaje, la normativa estadounidense marca que para manejar a Transition hace falta tener un permiso de conducir vigente, así como una licencia de piloto deportivo.
Además, el vehículo cuenta con todo tipo de detalles de seguridad, como cámaras traseras, airbag o cinturones de seguridad con retractores automáticos. Eso sí, los más quisquillosos pueden estar tranquilos, pues incluye de serie un paracaídas.
¿Éxito asegurado o prototipo para millonarios?
Lo cierto es que todavía no se ha desvelado el precio de Transition. Lo que sí se ha confirmado es que, en una primera fase, solo se comercializará en EEUU. Curiosamente, la propia compañía ha desvelado que es difícil que exista una gran demanda, principalmente, por su precio.
Los problemas con el tráfico rodado de las hiper-saturadas ciudades chinas ha generado unos retos que se están intentando abordar desde muchos frentes. Y uno de ellos es éste. Por eso, pese a que Terrafugia es una startup norteamericana fundada por cinco miembros del MIT de Massachusetts, fue adquirida por el gigante chino Geely para proponer soluciones a su mercado nacional.
Además, Terrafugia ha anunciado que espera lanzar al mercado su otro prototipo, el TF-2, un vehículo VTOL, es decir, de despegue y aterrizaje vertical (Vertical Take-Off and Landing). Este segundo vehículo, más adaptable a la realidad urbana, podría estar en el mercado en el año 2023.
