La sostenibilidad y el cambio climático son dos de los temas que más nos interesan en Tecvolución y, además de la electrificación de los vehículos de Volvo Cars, la sostenibilidad en las ciudades es uno de los ejes de la transformación hacia un mundo más limpio y respetuoso con el medio ambiente.
Hoy seguimos una información de Fast Company, en la que entrevistan a los responsables del proyecto REBUS (Renovating Buildings Sustainably), que consiste en una solución modular prefabricada para colocar sobre las fachadas de edificios antiguos, ganando aislamiento y convirtiéndolos en más sostenibles.
Fachadas sostenibles prefabricadas para edificios obsoletos
Según un estudio de Idealista, España posee un parque inmobiliario envejecido: la media de edad de los edificios españoles es de 45 años, es decir, de mediados de los años 70. Esto no tendría que ser directamente negativo, pero sí supone que la mayoría de los edificios sean energéticamente poco eficientes. La valoración media es ‘E’ en el semáforo de eficiencia energética de los edificios, lo que supone que este sea un frente de acción importante de cara a conseguir los compromisos de sostenibilidad de la Agenda 2030.
Una solución podría ser la aportada por el proyecto REBUS, que “busca cambiar la forma en que abordamos la renovación de viviendas de bajo rendimiento [energético] mediante la incorporación de soluciones de diseño que limitan los impactos ambientales al tiempo que amplían la participación de los inquilinos”.
La huella que nuestros edificios imprimen sobre el medio ambiente es superior a la deseada y por ello hay que tomar cartas en el asunto. Tanto en startups como compañías establecidas se están proponiendo alternativas ilusionantes de cara a que estos edificios sean más sostenibles. Y es que, como señala Fast Company, para 2050 nos hemos marcado globalmente que la huella climática de los edificios sea cero y muchos de los edificios que estarán en pie entonces ya existen hoy.
Solución REBUS como alternativa sostenible
REBUS es un proyecto que llega desde Dinamarca con el objetivo de renovar el parque de viviendas existente no solo para cubrir esta necesidad, sino porque es la solución con menor impacto a nivel de huella de carbono. Según sus propios creadores, “después de la renovación, los edificios consumirán un 50% menos de energía, y el proceso de renovación utilizará un 30% menos de recursos y generará un 20% más de productividad”.
Se trata de un proyecto en el que la firma de arquitectura Henning Larsen colabora con hasta 8 organizaciones más. Martin Vraa Nielsen, que co-lidera el proyecto, declara que se centraron en el modelo de vivienda social de mitad del siglo XX: “El punto de partida fue esta tipología muy particular de vivienda social que tenemos de los años sesenta y setenta: grandes bloques de viviendas que, tras medio siglo de uso, necesitan cierta atención”.
Ante este reto de renovar estos edificios antiguos, los partners decidieron aplicar esta solución que consiste en paneles como si fuera “la cocina IKEA de las fachadas”, es decir, modulares y fáciles de escalar en función del tamaño deseado. Un solo bloque puede renovarse en una semana, luego la rapidez es otro factor decisivo. De acuerdo con Nielsen, “los paneles funcionan al adherirse a la estructura existente, por lo que en realidad no estaremos tirando abajo las paredes viejas, solo está agregando esta nueva capa exterior”. Y esta capa añade aislamiento a viviendas que habitualmente no está bien aisladas, reduciendo la pérdida de calor en invierno.
Otro factor relevante es que los vecinos no tienen que abandonar la vivienda durante esta rápida renovación de la fachada de su edificio. Además, existe un catálogo de versiones diferentes de estas placas modulares, para hacer cada fachada diferente. Martin Vraa Nielsen matiza la importancia de que las placas no hagan del hueco de la ventana un espacio muy profundo, debido al aprovechamiento de la luz en los países escandinavos. Realmente, este es un matiz importante, ya que estos revestimientos están pensados para estos países y sería interesante ver su evolución para adaptarse a mercados como el nuestro.
Smart cities y sostenibilidad
Aquí en Tecvolución, como mencionamos al principio, nos gustan los proyectos que tienen que ver con la sostenibilidad y las nuevas formas de entender los edificios y las ciudades. Como ejemplo, estas historias:
- Gotemburgo, hogar de la sede de Volvo Cars, es uno de los destinos más sostenibles del mundo.
- Vauban, en Friburgo, puede ser el reflejo en el que deberían mirarse las ciudades del futuro: un barrio sostenible, ecológico y que pone al peatón en el centro.
- El fabricante de muebles IKEA lanzó su tienda en Viena con cero plazas de aparcamiento y una decidida apuesta por la sostenibilidad.
- El reto de las ciudades del siglo XXI: más verdes y saludables para el ciudadano
- El proyecto Arborea, que consiste en paneles con algas para limpiar el aire de las ciudades.
Fotos | Henning Larsen