La Gran mancha de basura en el Pacífico es uno de los problemas medioambientales que menos vemos porque nos queda muy lejos; más concretamente al otro lado del mundo, donde no habita nadie y ni siquiera hay tierra firme. Pero hablamos de entre 1 y 17 millones de km² de plásticos y desechos marinos que flotan a merced de las aguas en el Pacífico Norte; el tamaño exacto depende únicamente de cómo se defina el umbral de concentración de plásticos. Desde hace décadas se sabe que amenaza a la vida marina y que es una especie de gigantesco vertedero de basura oceánico, que de un modo u otro habrá que limpiar. De ahí que hace años que surgieran iniciativas como The Ocean Cleanup, planteada como una organización sin ánimo de lucro para desarrollar tecnologías a gigantesca escala capaces de llevar a cabo esa limpieza.
El proyecto acaba de terminar de recoger sus primeros 100.000 kg de plásticos de la Gran mancha del Pacífico. Son 100 toneladas que tan solo suponen la milésima parte de las 100.000 toneladas que se calcula que puede haber. Eso quiere decir que con 1.000 viajes como el que ya completado el problema estaría más o menos resuelto. Pero escalar o ampliar tanto un sistema tecnológico como este no siempre es fácil, como sucede en otras industrias.
El proyecto ha creado diversos «sistemas» para la recogida de residuos, barcos, redes y aparejos llamados System 001, 002 y el último, System 003, así como otro llamado Interceptor para ríos. La idea es crear una especie de línea de costa artificial mediante el arrastre de una barrera gigantesca en forma de «U» por medio de dos poderosos barcos. Utilizando modelos matemáticos, un sistema inteligente guía a baja velocidad la navegación de la barrera. Al hacerlo, calcula también dónde habrá una mayor concentración de residuos, para dirigir hacia allí la llamada zona de retención, que es una parte más estrecha cuyo contenido puede entonces subirse a grandes barcos con contenedores.
El sistema está diseñado para capturar todo tipo de residuos, especialmente redes de pesca, boyas, grandes piezas de plástico, pero también plásticos más pequeños que flotan por ahí, desde carátulas de CDs a bolsas, envases y toda la basura que se pueda imaginar. La diferencia entre los System 001, 002 y 003 es básicamente el tamaño: el 001 tenía una barrera de 600 metros, el 002 de 800 metros y el 003 tendrá 2.500 metros, con algún barco más de apoyo en la recogida de los residuos. El principal problema técnico a superar es mantener una velocidad constante, algo que se ha refinado de una versión a la siguiente; ahora se tiene en cuenta no sólo la velocidad idónea sino también las condiciones meteorológicas, la carga del sistema y otros factores. También se han dado cuenta de que es importante evitar que los plásticos más pequeños formen «olas» que salten por encima de la barrera.
Otro de los retos importantes es cómo realizar esta «pesca de residuos» sin afectar a la fauna marina que se encuentre en la zona. Para esto han tomado diferentes medidas, algunas automáticas como son cámaras submarinas que reconocen la presencia de bancos de peces a otras como la supervisión humana. Como la recolección es lenta los peces tienen oportunidad de escapar; aun así se puede detener si se detecta un potencial problema con la operación; podemos imaginar ballenas, delfines o grandes tortugas. Sus creadores consideran que en general los beneficios para la fauna marina superan a los inconvenientes; han observado que cuando la red ha recogido algunos animales marinos eran ejemplares que ya estaban o bien sin vida o bien en un estado «aletargado» debido a la propia contaminación de la zona.
Los próximos años se dedicarán al desarrollo del System 003, cuya capacidad es tan grande que según los cálculos de la fundación sólo se necesitaría una flota de diez unidades para limpiar la Gran mancha de basura en el Pacífico, trabajando incansablemente hasta el año 2040. El desarrollo y perfeccionamiento se concentra hoy en día en reducir el coste por kilogramo de basura eliminada, de modo que el conjunto sea económicamente viable, como en otros procesos industriales similares.
Aunque no toda la basura del océano está en esos grandes vertederos de concentración, es un buen comienzo. En paralelo se trabaja en las máquinas Interceptor para ríos, bajo la premisa de que es más fácil limpiar la basura antes de que llegue el mar que en el propio mar. Algunos de estos sistemas serían poco más que barreras; otros son grandes barcos solares con cintas transportadoras para recoger los materiales plásticos en distintos contenedores según su clasificación. Los Interceptor se han probado de momento en Jakarta, Santo Domingo y Los Ángeles, y se trabaja en ver cuál es su comportamiento en diferentes tipos de ríos. Formas muy interesantes todas ellas de devolver al planeta la buena salud que merece.