Los coches eléctricos son vehículos ecológicos que aportan beneficios al medio ambiente y a la economía. Sin embargo, su precio sigue siendo elevado, incluso con las ayudas, comparado con el de los coches con motor de combustión. El retrofit o retrofitting se muestra como una alternativa para los que quieran convertir su coche diésel o gasolina en uno eléctrico.
Retrofit, ¿qué es?
En el ámbito de la automoción, se conoce como retrofit a la acción de modificar un vehículo con motor de combustión interna para que funcione o se impulse con electricidad. Este es un método ecológico que está en aumento para avanzar en la neutralidad de carbono. Aunque el cambio no siempre está solo motivado por esa concienciación con el medio ambiente, sino que también se suele llevar a cabo para conservar y darle una segunda vida a un vehículo antiguo, por ejemplo, los propietarios de coches históricos.
Ventajas del retrofit
- El retrofit es respetuoso con el medio ambiente porque ahorra energía y no emite gases de escape. Producirá cero emisiones y ayudará a luchar contra el cambio climático.
- Es más barato que comprar un coche nuevo porque la mayoría de las piezas se utilizan del vehículo existente.
- Los costes de mantenimiento de los vehículos se pueden reducir significativamente en comparación con los de motores de combustión interna existentes, ya que su estructura es menos compleja, tiene menos piezas.
- Al convertir un automóvil viejo en uno eléctrico, se obtiene un mayor rendimiento manteniendo su apariencia. Al ser eléctricos, tienen un par mucho mayor desde parado que un motor normal, lo que significa una aceleración mucho más rápida.
- En los automóviles clásicos, un retrofit aumenta el valor del mismo, porque se puede utilizar más y pagarán más por él en una compra.
- El retrofit permite personalizar la conversión para que se ajuste a tus necesidades y preferencias.
¿Cómo se hace un retrofit?
Grosso modo, para transformar un coche convencional en uno eléctrico se debe retirar el motor de combustión, la caja de cambios, el tubo de escape y el tanque de combustible del vehículo a modificar, e instalar el motor eléctrico, la batería y el ordenador que los controla. Existen kits de instalación homologados, pero lo recomendable es que realice la conversión un profesional autorizado. La cantidad de tiempo que lleva convertir un automóvil a energía eléctrica variará según el nivel de complejidad de la transformación.
Una vez realizada la parte técnica, toca el arduo proceso de homologación para el que son necesarios el proyecto técnico, el certificado de conformidad del servicio autorizado y el certificado del taller.
Está claro que la forma más económica de convertir un coche eléctrico es hacerlo uno mismo. Sin embargo, no es lo aconsejable porque se necesitan conocimientos especializados en mecánica y electricidad y es un proceso que requiere de tiempo. Varias empresas en España ofrecen conversiones a vehículos eléctricos, ya sea para coches clásicos o más modernos.
Cuánto cuesta un retrofit, ¿es legal?
En algunos países, por ejemplo, en Francia, que cuenta con la legislación más estricta, han regulado el retrofitting para promover la economía circular y la movilidad sostenible, e incluso existen subvenciones públicas, aunque todo esto apenas ha impulsado esta actividad de transformación.
En España es legal siempre que esté homologado, pero no existe una normativa específica que facilite el proceso de conversión con garantías. Hubo una propuesta de ley para ello, pero no salió adelante y tampoco se dan ayudas.
Aunque el precio de un retrofit varía según el tamaño y la categoría del vehículo, entre muchos otros factores como la complejidad, el proceso en nuestro país es laborioso y caro (al menos 10.000 euros más el coste de homologación).