La contaminación marina se ha convertido en uno de los problemas ambientales de más rápido crecimiento, con millones de toneladas de desechos plásticos vertidos en los océanos cada año. Según las Naciones Unidas, los seres humanos arrojamos entre 5 y 13 toneladas de residuos plásticos por minuto, equivalentes a 8.000 millones de toneladas al año o un camión contenedor de basura cada 60 segundos.
Una plataforma de desarrollo para soluciones ecológicas
Ante este panorama, empresas de todo el mundo trabajan en el desarrollo y fabricación de robots autónomos capaces de flotar sobre la superficie del mar e ir recogiendo los deshechos y micropartículas que encuentran, entre otras soluciones. Dassault Systèmes, por ejemplo, tiene un departamento de innovación donde han desarrollado la plataforma 3DExperience, especializada en el desarrollo de este tipo de soluciones en entornos virtuales.
En esta plataforma los ingenieros pueden utilizar módulos 3D y simuladores para desarrollar prototipos, perfeccionar conceptos e incluso desarrollar las soluciones completas, utilizando los llamados «gemelos digitales», esto es, modelos y simulaciones que son idénticos a los reales, incluyendo su comportamiento físico según las reglas del mundo real. Todo esto reduce el tiempo necesario para el diseño en un 85 por ciento, y además de eso las pruebas físicas con modelos reales en un 50%.
Una solución para limpiar las aguas del mar
Uno de los ejemplos desarrollados con esta plataforma son unos drones acuáticos llamados Aquapod. Son una especie de «drones marinos» que capturan basura las 24 horas del día en diversos escenarios: lagos, puertos, ríos… El objetivo es mejorar la calidad del agua, y si puede hacerse de forma autónoma sin intervención humana, mejor que mejor.
Además de esto también han desarrollado un sistema llamado Clean Sea Vision de visión por ordenador capaz de identificar los tipos de basura y otros objetos para seleccionarlos durante la limpieza. Así que los peces y patos pueden estar tranquilos. Esto puede utilizarse en zonas estáticas, como un puerto, a modo de desagüe que filtra todo lo que cae e él: botellas, peces, bolsas, latas, bricks… Esta solución se ha probado en Noruega.
Entre los factores que se tienen en cuenta para evaluar este tipo de inventos como los Aquapods y el Clean Sea Vision están la huella de carbono, la tasa de reciclado, el uso de energía y la calidad del agua. De este modo se pueden obtener datos precisos sobre su eficiencia y conveniencia para un lugar determinado.
La idea tras estos sistemas, especialmente de la plataforma 3DExperience, es fomentar la concienciación, tecnologías como el 3D y el uso de mundos virtuales a todos los niveles, entre la juventud y los expertos. De este modo todo aquel que esté preocupado por la concienciación de los ecosistemas marinos puede dedicar su tiempo a protegerlos, pero en este caso con la última tecnología.