Los medios de transporte alternativos parecen ser la solución a las ciudades cada vez más congestionadas y un impulso extra a las energías limpias como uno de los métodos para combatir la contaminación. ¿Son las bicicletas y la bicicleta compartida el transporte urbano del futuro?
Ya os hemos hablado de alternativas como el Copenhagen Wheel, un dispositivo para hacer tu bicicleta inteligente y ecológica al mismo tiempo. ¿Veremos muchos proyectos como estos en los próximos años?
Las bicicletas dominarán las calles del futuro
Esa es la conclusión que parece llegar CNN Tech, tras un reportaje en el que entrevistan a Horace Dediu, analista de tecnologías disruptivas que lleva más de tres años investigando el futuro del transporte.
Es innegable que la tecnología (como en casi todos los campos) está cambiando la forma de entender el sector de la movilidad. Por un lado, encontramos las posibilidades que abre para las ciudades –y sus ciudadanos– el coche autónomo. Asimismo, el coche volador ha pasado de ser un artículo de ciencia ficción a un proyecto viable para las próximas décadas. Desde luego, las calles del futuro serán muy diferentes a como las hemos entendido durante el siglo XX, y estas pronto serán material, únicamente, de los libros de Historia.
Horace Dediu entiende que, en el mercado de la movilidad urbana, los coches automáticos y la conversión a coches eléctricos es un paradigma que tardará en llegar. Lo que no especifica es si se trata concretamente del mercado norteamericano, muy fiel a sus grandes coches y el consumo de gasolina. Es este un contexto muy diferente al europeo o el asiático, con ciudades con mayor densidad de población y con costes más altos del carburante.
En cambio, magnifica el valor de los sistemas de bicicletas compartidas, que están teniendo especial auge en China, debido a su versatilidad, bajo coste y eficiencia. Además, pueden equiparse con cámaras y sensores que recojan datos relevantes para la propia gestión de la ciudad, como podrían ser la polución o el comportamiento del tráfico.
Retos de la bicicleta compartida
Entre las declaraciones de Horace Dediu, destaca el valor de la versatilidad de la bicicleta sobre todo lo demás: puedes aparcarla dónde quieras, por ejemplo, y demostró ser más rápida para viajar que los taxis de ciudades altamente congestionadas como Nueva York.
Mientras este mercado está por implantarse en EEUU y se asienta en Europa (donde muchos países ya tienen una cultura de la bicicleta tradicional, dicho sea), el potencial de China ha vuelto a dejar a todos boquiabiertos. En tan solo 9 meses, Pekín se ha hecho con 650.000 bicicletas compartidas. Una cifra alucinante, teniendo en cuenta que en Madrid hay poco más de 2.000.
Dos de los escollos a los que tiene que hacer frente la bicicleta compartida son la infraestructura y el tiempo. No todas las ciudades están pensadas o dirigidas hacia este tipo de tráfico. Además, un día lluvioso puede estropearnos nuestro camino a casa o a la oficina.