Los neumáticos juegan un papel muy importante para que un vehículo funcione de manera segura, ya que son la única parte de un automóvil que entra en contacto con la carretera, soportan el peso del coche y suavizan el impacto de la superficie.
Como los neumáticos están hechos de caucho, pueden endurecerse o agrietarse debido a la temperatura o factores externos. Además, la fricción con la carretera produce desgaste, lo que puede provocar diversos accidentes y problemas, como la disminución del confort y la eficiencia del combustible.
¿Cuándo debo cambiar los neumáticos de mi coche?
Mucha gente sabe cada cuanto cambiar el aceite del motor de su coche, pero no es tan habitual saber cuándo sustituir los neumáticos. Son un elemento del que incluso las personas que utilizan el coche a diario tienden a olvidarse. Existen varios criterios para determinar cuándo cambiarlos y si no se realiza en el momento adecuado, la seguridad se verá afectada.
Cambiar las ruedas del coche según kilometraje
Uno de esos criterios es determinar cuándo es el momento de reemplazar las llantas según el kilometraje. La pauta de sustitución recomendada es cada 50.000 km. Dependiendo del estado de los neumáticos, es posible que aún se puedan utilizar incluso después de conducir más de 50.000 km, pero el agarre y el rendimiento en mojado se deteriorarán a medida que aumente el número de kilómetros.
Antigüedad de los neumáticos
Los neumáticos se desgastan independientemente del kilometraje y tienen más probabilidades de fallar cuantos más años tengan. Incluso si las llantas solo recorren unos cientos de kilómetros por mes, factores como el clima, el almacenamiento y el cuidado pueden afectar su vida útil.
Con el tiempo, todos los neumáticos empiezan a desgastarse. Incluso si no lo usas mucho, las ranuras empezarán a desgastarse. Los neumáticos, independientemente de la frecuencia con la que se conduzca, siempre deben reemplazarse antes de que cumplan 8 años.
Desgaste del neumático
Los neumáticos gastados tienen una capacidad reducida para realizar funciones básicas como moverse, girar y detenerse, lo cual es extremadamente peligroso, especialmente en días lluviosos cuando la superficie de la carretera está resbaladiza.
La banda de rodadura de un neumático son las ranuras que permiten que el neumático se adhiera a la superficie de la carretera. La mayoría de los neumáticos nuevos tienen una profundidad de banda de rodadura de aproximadamente 8-9 milímetros, pero con el tiempo esta se desgasta. Esto hace que sea más difícil girar el automóvil, se reduce la tracción y tarda más en detenerse. Existen varias formas de conocer la profundidad de la banda de rodadura de un neumático:
- Indicadores de desgaste de la banda de rodadura: son marcas o puntos elevados distribuidos uniformemente en las ranuras de la banda de rodadura de un neumático. Están incrustados dentro del neumático. Cuando la banda de rodadura está al nivel de las marcas, es hora de comprar neumáticos nuevos.
- Medidores de la banda de rodadura: son herramientas económicas que miden la profundidad de la banda de rodadura. Indican el tamaño exacto.
- Prueba de la moneda: permite saber la profundidad introduciendo en una de las ranuras del neumático una moneda de un euro. Si al colocarla ahí se cubre el borde dorado de la moneda, entonces todavía no toca cambiar el neumático. Si, por el contrario, esta zona no queda oculta, entonces sí es necesario sustituirlo. Sin embargo, asociaciones como Fesvial (Fundación para la Seguridad Vial) se muestran críticas con este método, ya que el borde de una moneda de un euro mide más de 3 mm.
Reemplazar los neumáticos uno mismo tiene la ventaja de ser más económico, pero también existe el riesgo de provocar un accidente si no se reemplaza correctamente. Por eso, se recomienda acudir a un taller especializado.