A pesar de que ya podemos empezar a movernos mucho más con el coche tras haber pasado lo peor del confinamiento durante esta pandemia de coronavirus, muchas personas siguen sin moverlo de sus garajes por diversos motivos. Entre otros, la prudencia. Pero ¿qué le pasa a un coche cuando lo tenemos parado durante períodos largos de tiempo? ¿Qué debemos tener en cuenta mientras lo tenemos parado, y una vez que lo vayamos a poner en movimiento?
Por mucho que lo tengamos parado, es necesario seguir realizando cierto mantenimiento al coche durante el confinamiento. O, si queremos verlo así, cuando lo debamos tener parado durante largos períodos de tiempo. Los coches son máquinas muy precisas que necesitan mantenerse engrasados. Es decir, en movimiento, para maximizar su vida útil.
Cómo mantener un coche parado durante un mes
Cuando hablamos de un mes, queremos referirnos a largos períodos de tiempo. Un mes sin encender el motor ya empieza a ser bastante tiempo, el suficiente como para pensar en tener precauciones. Un coche parado es como una persona que debe permanecer inmóvil durante largos períodos de tiempo: pierde “músculo”. Un mes no suele ser suficiente como para tener una avería en el coche, pero sí puede poner en estrés mecanismos y sistemas.
El principal elemento del coche que sufre si no encendemos habitualmente el motor es la batería. Esta se va descargando de manera natural a un ritmo muy, muy lento. Ese mes que mencionamos no debería ser suficiente para que una batería en perfecto estado, y bien cargada, se descargue y se estropee. Sin embargo, si la batería está próxima al término de su vida útil, puede sufrir mucho más.
Además, si encendemos el motor una vez al mes, pero no rodamos con el coche durante unos kilómetros (aprovechando para alcanzar la temperatura óptima del motor, entre otras cosas), el balance de carga puede ser negativo: gastaremos energía para arrancar el motor, pero no recuperaremos nada gracias al movimiento. Poco a poco, de seguir con esta dinámica, agotaremos la batería. Consulta el siguiente enlace para saber más acerca de la duración de la batería de un coche sin arrancar.
Si tenemos previsto tener el coche parado durante muy largos períodos de tiempo, se puede desconectar la batería para reducir considerablemente esas pérdidas residuales.
Qué otros elementos del coche sufren si no se enciende el motor durante largos períodos
Como decimos, el coche no es solo su batería. Existen más elementos que tener en cuenta cuando lo vamos a dejar parado en el garaje durante mucho tiempo. Entre otras cosas, conviene:
- Revisar los niveles de los líquidos periódicamente para evitar fugas y controlar su posible evaporación. En cuanto al combustible, es recomendable mantener el depósito lleno para evitar su deterioro, especialmente en coches muy antiguos.
- Comprobar todos los filtros. Es importante, si planeamos tener el coche parado durante meses, cambiar los filtros y ponerlos nuevos (por ejemplo, si se trata de un coche clásico que solo sacamos en verano).
- Aumentar la presión de inflado de los neumáticos, puesto que se desinflan más rápidamente si el coche no circula.
- Arrancar el coche una vez a la semana y dejarlo funcionar al ralentí durante unos minutos ayuda a mantener engrasada la parte mecánica. Lo mejor, no obstante, es moverlo unos kilómetros si es posible. Evitaremos arrancar el coche en un lugar con poca ventilación.
- Cuando arranquemos el coche como parte del mantenimiento, activar los elementos electrónicos como los elevalunas, los mandos que regulan asientos y retrovisores, etc.
- Entre ellos, es importante activar el aire acondicionado para evitar la acumulación de suciedad en el circuito.
Mantener un coche parado en el garaje no tiene por qué ser algo exclusivo de situaciones tan especiales como la que vivimos a raíz del COVID-19. Tal y como mencionamos antes, si tenemos un coche clásico que queremos mantener a resguardo buena parte del año, o simplemente si nos vamos de viaje una temporada larga y dejamos el vehículo en casa, existen una serie de precauciones que seguir para garantizar el mejor estado de conservación posible. Lógicamente, cuanto mayor sea el período, más precauciones hay que tomar.