El desarrollo de paneles fotovoltaicos traslúcidos o semitransparentes abre todo un abanico de posibilidades para la producción eléctrica de origen solar. Energía eléctrica distribuida originada en diferentes superficies: ventanas, fachadas de edificios, escaparates… También el techo y las ventanillas en los vehículos eléctricos son superficies candidatas a convertirse en pequeñas centrales eléctricas fotovoltaicas.
En general, con este tipo de paneles cualquier superficie acristalada con cierto tamaño, y que no necesite ser totalmente transparente, es un panel solar en potencia. Esto excluye, por ejemplo, los parabrisas delanteros de los coches; para los cuales hay otros desarrollos capaces de obtener electricidad de ellos.
Por el contrario, las marquesinas de las paradas de autobús sí son un ejemplo de superficie acristalada amplia y que no necesita ser totalmente transparente. Son, por tanto, candidatas ideales para pasar a formar parte del huerto solar urbano distribuido.
Esto es precisamente lo que ha hecho la administración del centro de negocios Canary Wharf, en Londres, con una de sus paradas de autobús: la ha convertido en un panel fotovoltaico de 36 metros cuadrados capaz de producir hasta 2800 kW de electricidad y unos 2000 kWh, el equivalente al consumo promedio de un apartamento pequeño de aquella ciudad.
Para ello, la superficie de vidrio de la parada ha sido recubierta con una lámina fotovoltaica de la compañía Polysolar. Por ahora a modo de prueba piloto, ya que todavía hay que mejorar dos aspectos de esta película traslúcida fotovoltaica: el coste de 300 euros por metro cuadrado y su baja eficiencia, si bien este último aspecto ha experimentado avances notables.
En un panel solar convencional la eficiencia es de un 22%, dependiendo del compuesto utilizado. Hasta ahora en cambio la eficiencia de este tipo de película era de apenas un uno por ciento: esto es, de todo el potencial de energía solar que llegaba hasta la superficie fotovoltaica sólo el uno por ciento se convertía en electricidad. Se espera que la lámina de Polysolar utilizada en Canary Wharf tenga una eficiencia mayor, de cerca de un 10%.
En las láminas traslúcidas la eficiencia varía dependiendo del grado de opacidad: cuando más opaca sea, cuanto más silicio contenga, menos luz deja pasar y más se transforma en corriente eléctrica. Hasta uno 12% de eficiencia, según el fabricante.
Este tipo de tecnología es muy atractiva. Permite aprovechar numerosas superficies urbanas para producir electricidad que puede destinarse al transporte, como bicicletas y otros vehículos eléctricos, reduciendo las emisiones contaminantes de lo vehículos sin alterar la estética ni el ordenamiento de la ciudad.
Fotos | Polysolar