Cuando ocurre un siniestro en la carretera es preciso actuar lo más rápido posible, y de la manera más eficiente. Se llama la hora de oro a los sesenta minutos que transcurren entre el incidente y el momento en que llegan las asistencias sanitarias al lugar del siniestro. Cuanto antes llegue esa asistencia, más posibilidades de sobrevivir sin secuelas graves tendrán los implicados. En el fondo, la hora de oro es una medida simbólica, pero representa la importancia de la atención temprana en la escena de un accidente de tráfico.
Pese a que lo dicho es bastante intuitivo y a cualquiera le parecerá lógico que cuanto antes llegue la ayuda, más posibilidades de supervivencia tendrán las víctimas, la realidad es más complicada. En primer lugar, para que la ayuda se ponga en camino es necesario realizar una llamada de auxilio. Si resulta que un incidente como, por ejemplo, una salida de la vía se ha producido en una carretera de montaña y el conductor ha quedado inconsciente, y viajaba solo, se perderá mucho tiempo de vital importancia hasta que alguien pueda avisar a los servicios de emergencia.
Para evitar estos inconvenientes, la Comisión Europea puso en marcha un proyecto llamado eCall en 2007 (aunque el concepto data del siglo pasado, concretamente de 1999). Este proyecto trataba de combinar las tecnologías que ya existían entonces por separado para crear una infraestructura capaz de hacer llamadas de emergencia automatizadas. Este 2018, por fin, este dispositivo será obligatorio para todos los coches nuevos que se fabriquen a partir del 31 de marzo.
Llamada de emergencia automatizada para salvar centenares de vidas cada año en Europa

Funcionamiento de eCall
La idea detrás de eCall es la de realizar una llamada de emergencia automatizada en el caso de que ocurra una colisión y ni el conductor ni los ocupantes sean capaces de realizar la llamada por sus propios medios. De este modo, el sistema enviará una llamada de socorro con los datos necesarios para localizar el vehículo y, en algunos casos, con una estimación de la gravedad del incidente. Esto se consigue enviando de manera simultánea una llamada de voz y un paquete de datos que contiene la localización exacta del vehículo por GPS, el número de bastidor y datos acerca de la gravedad del accidente.
La cantidad de tiempo que se puede ahorrar en casos como este nos da una idea de lo crítico que es este sistema para aumentar las posibilidades de supervivencia sin secuelas de los ocupantes de un vehículo.
Este sistema, de hecho, existe desde hace tiempo como opción en muchos modelos, y en el caso de Volvo es una de las características incluidas en el servicio Volvo On Call. Este tipo de sistemas suelen incluir muchas otras funcionalidades complementarias de utilidad para el conductor y ocupantes (recordemos que, gracias a Volvo On Call, el maletero de nuestro coche podría ser un punto de entrega para empresas de mensajería).
A partir del 1 de abril de 2018, el sistema de llamada de emergencia automatizada siguiendo el protocolo eCall será obligatorio para todos los modelos nuevos fabricados.
Existen estimaciones acerca del impacto positivo que puede tener la implantación global de eCall en cuanto a siniestralidad, ya que sería posible acortar el tiempo de asistencia en un 40% en las zonas urbanas y en un 50% en las zonas rurales, algo que podría salvar (estadísticas en mano) más de 2.500 vidas anuales en Europa.
Además, los beneficios de este sistema van más allá de la atención temprana en el lugar del accidente, pues podría contribuir a reducir la congestión causada por los accidentes de tráfico (hasta un 30% menos de atascos), algo que tiene un impacto directo en ahorro de costes sanitarios, menos emisiones contaminantes y la reducción delos accidentes secundarios en la zona del incidente.