La pretensión de querer adivinar el futuro es muy atrevida. Es así porque es tan difícil acertar como lo fue para todos aquellos visionarios de la década de 1950 cuando pronosticaban los coches que vuelan para el año 2000. Sin embargo, podemos apoyarnos en las tendencias más actuales en cuanto a movilidad y motorización para entender que los coches del futuro van a tener alguna, o varias, de estas características: autónomo, eléctrico, transformable e hiperconectado.
Es bueno tener siempre presente hacia dónde van las tendencias en movilidad y la tecnología aplicada al mundo del automóvil. Por ejemplo, Volvo Cars camina hacia la electrificación desde hace ya varios años, cuando se apostó en firme por el motor eléctrico, algo que se vio hecho realidad con el lanzamiento del Volvo XC40 Eléctrico Puro SUV, el primer coche cero emisiones de Volvo Cars.
Vamos a analizar un poco cuál es el automovil del futuro inmediato.
Coche autónomo
Sin duda, uno de los conceptos más repetidos en los últimos cinco años es que el coche autónomo está a punto de irrumpir en el mercado. Estamos seguros de que llegará el momento para los vehículos 100% automatizados, pero todavía queda camino por recorrer. En la actualidad, podemos disfrutar con total confianza y seguridad de los automatismos que ayudan al conductor en sus tareas más repetitivas, pero la total automatización tiene barreras que derribar. En este artículo te contábamos la evolución del coche hacia la autonomía total.
Algunas de las barreras de este concepto son ajenas a la industria del automóvil, como, por ejemplo, la legislación necesaria, la adaptación de las infraestructuras, o los problemas éticos que se pueden plantear. Con todo, es algo que se acabará generalizando a nivel global, ya sea comenzando por sectores como el del transporte de pasajeros, de mercancías, o similar.
Coche eléctrico
Este futuro está mucho más claro y es más inmediato. El coche del futuro es hoy el coche eléctrico en todas sus variaciones. Es un modelo de motorización que aboga por las cero emisiones «en orden de marcha», y que puede ser aún más beneficiosa para el medio ambiente si se reducen las emisiones debidas a la producción de energía eléctrica para su recarga, y se descarbonizan progresivamente todas las etapas de la producción del vehículo en sí.
Con respecto a la reducción de emisiones en la producción de la electricidad para alimentarlos, el coche de hidrógeno (también conocido como «de pila de combustible») es, sin duda, la solución ideal. Es importante repetir el concepto: un coche de pila de combustible es un coche eléctrico. Además, es un coche eléctrico de autonomía extendida gracias a ese depósito de hidrógeno a presión.
En Volvo Cars llamamos a nuestros motores Recharge Eléctrico puro y Recharge Híbrido enchufable.
Los vehículos transformables
La idea de un vehículo transformable es muy interesante y nace, directamente, de la electrificación sumada a la total automatización. Pensemos esto bien. Un vehículo 100% autónomo, eléctrico, claro, conlleva un aumento del espacio útil en el habitáculo. Para empezar, no son necesarios los mandos del coche (volante, pedales…). Tampoco necesita todo ese espacio que ocupa no sólo el motor de combustión, sino todo el sistema de refrigeración, ventiladores, etcétera.
Gracias a la generalización de la movilidad compartida, ese coche del futuro podrá ser multipropósito. Por ejemplo, su habitáculo puede ofrecer varias opciones de configuración, desde la tradicional de un coche actual, pasando por una configuración más orientada al descanso, una mini oficina para trabajar en tránsito, o cualquier otra cosa que se nos ocurra.
Sobra decir que la predicción de la hiperconexión de los coches no es muy arriesgada. Todos los coches estarán conectados, sin ninguna duda, porque es una característica vital para alcanzar la total automatización, pero también es algo que se está prodigando cada vez más. Los coches más modernos ya incluyen múltiples grados de «conexión» y, a medida que se innove en sistemas de movilidad compartida, por ejemplo, más conectados van a estar.
Como resumen, podemos decir que el coche del futuro va a ser, con total seguridad, Volvo.