No sólo los coches y otros vehículos terrestres se mueven principalmente con combustibles fósiles; los aviones y helicópteros también utilizan combustibles que producen emisiones contaminantes, aunque sean muchos menos. Por eso, desde hace tiempo se están investigando los llamados Combustibles Sostenibles de Aviación o SAF (de Sustainable Aviation Fuel). Estos combustibles deben cumplir diversas normas internacionales independientes para garantizar su seguridad cuando se usan en la aviación comercial. En lo que ha sido la primera prueba en el caso de los helicópteros, un H225 de Airbus ha realizado el primer vuelo con un SAF 100% sostenible.
Existen distintas tecnologías para la obtención de los SAF: desde la vía oleoquímica y lipídica (aceites vegetales, que producen queroseno parafínico sintético o HEFA-SPK), a la vías bioquímicas (biomasa, glucosa) o termoquímicas (madera, basuras y residuos de la agricultura, que producen queroseno parafínico sintético o FT-SPK). En algunos casos (por ejemplo, madera procedente de bosques), se aplican también las reglas de los derechos de emisión de CO2, de modo que el combustible obtenido esté exento de responsabilidad de carbono, con lo que se llama «calificación cero», una vez probada y certificada su sostenibilidad en todo su ciclo de vida.
Un helicóptero tan simbólico como práctico
El Airbus H225 es un moderno helicóptero de rescate cuyas principales características son la gran autonomía (600 millas náuticas) y su capacidad para volar en todo tipo de condiciones climatológicas. Por todo ello, es uno de los modelos favoritos por los equipos de búsqueda y rescate de muchos países. Puede transportar hasta 19 personas, 6 camillas y 4.750 kg de carga.
El H225 pertenece a la familia Super Puma / Cougar y va equipado con dos motores Makila 2 con una potencia de eje de entre 1.800 y 2.200 CV. Para las pruebas con el combustible sostenible de aviación, primero se hizo volar el helicóptero con un motor con combustible convencional (queroseno) y otro con 100% SAF. Como las pruebas han de realizarse con todo tipo de helicópteros y motores, se va aumentando la mezcla en el keroseno SAF en distintos porcentajes, hasta llegar al 100%. Finalmente hace unas semanas se probó con los dos motores al 100% SAF.
Se espera que Airbus pueda certificar el uso del combustible 100% SAF para todos sus modelos hacia 2030. En cualquier caso, el hecho de que los H225 ya puedan funcionar con dos motores que usen exclusivamente SAF permitiría reducir un 90% sus emisiones de CO2. El plan de la compañía es reducir todas esas emisiones globalmente al 50% para 2030, sin que ello afecte al rendimiento de las aeronaves.
Combustible sostenible (SAF), un cambio para toda una industria
Actualmente, tan sólo se produce un 0,1% de SAF del total del combustible para la aviación comercial. Pero los planes internacionales de todas las compañías implicadas buscan para el año 2050 la reducción de entre el 50% y el 75% de CO2 en toda la industria del transporte. En España, por ejemplo, Repsol e Iberia han firmado un acuerdo recientemente para que en 2030 la aerolínea opere un mínimo de un 10% de sus vuelos con combustibles de origen sostenible (SAF). Como es fácil de entender, un cambio de este tipo supone una crecimiento enorme en la demanda de lo que todavía es un nuevo tipo de combustible sostenible.
