Google Allo ya ha visto la luz. Se trata de una aplicación de mensajería instantánea completa que se apoya en gran medida en Google Assistant. Puede que más bien Allo sea una excusa para desarrollar al completo Google Assistant, pero lo cierto es que ambas aplicaciones se complementan.
Sin embargo, lo que más bits ha consumido esta pasada semana es la supuesta falta de privacidad (o de seguridad, según la fuente que leamos) de esta aplicación, debido a que almacena todos los datos que se generan en el modo “no incógnito”, es decir, el que utilizamos al hacer login con nuestra cuenta de Google.
Vayamos por partes. Google Allo es una aplicación de mensajería instantánea que nos permite chatear, enviar fotos y otros archivos, dispone de stickers y también permite hacer grupos de chat. Tiene más características y funciones, pero lo cierto es que si dejásemos de leer aquí mismo, tendríamos una más de las docenas de aplicaciones del mismo estilo.
Pero esta, en realidad, tiene más tecnología detrás: nada menos que a Google y a toda la maquinaria de aprendizaje automático e inteligencia artificial de la compañía.
¿Te preocupa la privacidad de tus datos? ¿No quieres que nadie guarde tus conversaciones? No deberías utilizar Google Allo.
El fin último de Google Allo puede ser el de alimentar a la máquina pensante que es Google Assistant. Las máquinas pueden aprender hoy en día, pero lo hacen a base de disponer de datos suficientes, y si la finalidad de Assistant es, precisamente, ser nuestros asistentes personales, debe saber muchas cosas sobre nosotros.
Este es el punto caliente del asunto, ya que sin acceso a nuestras conversaciones y datos, el asistente dejará de ser eficaz y Google Allo será una más de las aplicaciones de mensajería. Pero a la vez, la sugerencia de que Google disponga de nuestras conversaciones almacenadas pone los pelos de punta a muchas personas, y la paranoia o la desconfianza florece.
Según se puede leer en el extenso análisis que han hecho en The Verge:
Google mantiene los registros de chat en sus servidores hasta que los elimine de forma que pueda analizarlos. Lo hace mejorar las respuestas inteligentes y que sea más probable que sugiera las palabras (o emojis) que utilizas con frecuencia.
Por lo tanto, estamos ante un compromiso curioso: cuanto menos restrinjamos la privacidad de los mensajes, mejor funcionará el asistente. La realidad es que si eres una persona celosa de tus conversaciones y tu privacidad, no uses Google Allo (o utiliza siempre el modo incógnito).
Déjalo de lado a pesar de que en el fondo fuese cierto que esos datos solo sirven para alimentar a la inteligencia artificial detrás de Allo, y para nada más. Si tienes alguna suspicacia al respecto, lo mejor es… no usarlo.
Pero si confías en que Google Allo puede ayudarte gracias a la inteligencia artificial, adelante. De hecho, la característica de sugerir respuestas según la conversación (e incluso reaccionando ante una foto) puede llevarnos a dudar de si la otra persona está respondiendo activamente, o solo eligiendo una de las respuestas que le ofrece el asistente.
Quizás en el futuro sea posible establecer una conversación espejo con el asistente, sin distinguirlo de su alter ego humano.
Por otro lado, el modo incógnito te permite ser completamente invisible, dispone de encriptación extremo a extremo, y también es posible otorgar tiempo de vida limitado a los mensajes, de manera que se destruyan pasado ese intervalo. En el modo incógnito nada se almacena en loa servidores de Google.
En resumen, Google sigue estrenando aplicaciones dirigidas por inteligencia artificial cuyo objetivo último es servirnos de ayuda, igual que Google Trips nos organiza y gestiona los viajes. Entre Google Search (la funcionalidad básica de Google y en la que se basan todas las aplicaciones extra), Google Now, Trips y Allo, dispondremos de todo un ejército de esclavos a nuestro servicio para, en teoría, hacernos la vida más sencilla.